Información de 1 DE JUAN

MÉTODO CRITICO

1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL  LIBRO? Juan

2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO?  85 a 100 d.C.

3) ¿A QUIEN FUE ESCRITO? Universal, Asia Menor (carta circular), Creyentes en Éfeso

4) ¿DE DONDE FUE ESCRITO? Éfeso (probablemente)


MÉTODO  HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO  HISTÓRICO DEL LIBRO?
- Las epístolas de Juan son diferentes a las otras epístolas generales. La primera es una homilía doctrinal mientras que las otras dos son principalmente cartas privadas a individuos. La primera epístola fue escrita para corregir herejías y afirmar las cualidades de la vida cristiana.
Fue escrita para desenmascarar a los falsos maestros, y para limpiar a la iglesia de las enseñanzas gnósticas, que eran totalmente anticristianas.   Juan da características de los falsos, y desmiente todas sus enseñanzas; todo lo hablan en  el amor practico. Estaba naciendo el gnosticismo, y entrando a la iglesia, contradiciendo todo la fe cristiana, por eso la carta.
2) ¿SI ES UNA EPÍSTOLA CUANDO FUE FUNDADA LA IGLESIA? No este dirigida a una iglesia, sino a varias. (Universal)
3) ¿DE QUIEN ESTA COMPUESTA LA IGLESIA? Esta compuesta de cristianos maduros, judíos y gentiles

4) ¿CUALES SON SUS FUERZAS Y SUS DEBILIDADES?  Fuerzas: su  madurez, tenían tiempo en la fe./ Debilidades: que tenían falsos profetas y maestros dentro de ellos.

MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUE GENERO DE LITERATURA ES EL LIBRO?  Epistolatoria.

MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Una carta de amor, que alerta sobre los falsos y sus doctrinas, el amor y la posición de hijos de Dios para guardarse de lo que no es de Él; un llamado a permanecer en Jesús, y conocer lo que él  hizo por nosotros.

2) ¿CUÁL  FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO?

PALABRAS CLAVE EN 1JUAN (RV1960) comunión, permanecer, pecado, saber (conocer), amor, nacido de Dios, luz, verdad (verdadero), escribir (escritos), diablo (maligno).

TEMAS: Encarnación de Cristo, Jesús como Mesías, vivir en amor y luz.

RECIPIENTES: Una comunidad cristiana (o comunidades) bien conocida para el autor (a los cuales llama "hijitos" y "amados", los falsos profetas "salieron de entre nosotros" 2:19). Tradicionalmente se ha pensado que estaban en Éfeso o en sus alrededores.

OCASIÓN: La deserción de los falsos profetas y de sus seguidores, que han cuestionado la ortodoxia - la enseñanza y también la práctica  - de los que han permanecido fieles a los que es "desde el principio".

ÉNFASIS: Que Jesús quien vino en la carne es el Hijo de Dios; que Jesús mostró el amor de Dios por nosotros mediante su encarnación y su crucifixión; que los verdaderos creyentes se aman unos a otros como él los amó en Cristo; que los hijos de Dios no pecan habitualmente, pero cuando pecamos , recibimos perdón; que los creyentes pueden tener plena confianza en Dios que lo ama; que por confiar en Cristo ahora tenemos vida eterna. 

 
 
 

Estructura de 1 Juan

Titulo: Titulo: “Permaneciendo en Jesucristo”
Versículo Calve: 5:13 “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del hijo de Dios”.
1:1  Desde el principio
DIOS ES LUZ



PERMANECIENDO
1:5  Este es el mensaje de Él           10
2:1  Para que no pequéis

ANDANDO EN LA LUZ  ÉL ANTICRISTO
2:7  No escribo mandamiento nuevo
2:12  Escribo a vosotros hijitos
2:15  No améis al mundo
2:18  Permaneced en Él
2:26  Los que os engañan
2:28  Permaneced en Él                  29
3:1  Cual amor a dado el Padre

HIJOS DE DIOS


EN ÉL
3:4  Aquel que comete pecado
3:11 Mensaje desde el principio
3:19 Somos de la verdad                 24
4:1  Probad los espíritus
LOS FALSOS EL AMOR
4:7  Amémonos unos a otros
4:13  En esto permanecemos en Él 21
5:1 Creer que Jesús es el Cristo

LA VICTORIA

ÉL FIN
5:6  Este es Jesucristo
5:13  A vosotros que creáis
5:18 Aquel nació de Dios
5:19  Somos de Dios
5:20  El hijo ha venido                    21
 

Autor y fecha

    La epístola no identifica al autor, pero el testimonio fuerte, consecuente y más antiguo de la iglesia se la asigna a Juan el discípulo y apóstol (Lc 6:13, 14). Este anonimato fuertemente afirma la identificación por parte de la iglesia primitiva de la epístola con Juan el apóstol, ya que solo alguien del estatus bien conocido y prominente de Juan como el apóstol hubiera podido escribir con tal autoridad, esperando obediencia completa de sus lectores, sin identificarse a sí mismo claramente (4:6). Él era bien conocido por los lectores y de esta manera no tuvo que mencionar su nombre.
    Juan y Santiago, su hermano mayor (Hch 12:2), eran conocidos como "los hijos e Zebedeo" (Mt 10:2-4), a quienes Jesús dio el nombre "Hijos del trueno" (Mr 3:17). Juan era uno de los tres asociados más íntimos de Jesús (junto con Pedro y Jacobo, Mt 17:1; 26:37), siendo un testigo ocular y participante del ministerio terrenal de Jesús (1:1-4). Además de las tres epístolas, Juan también escribió el cuarto Evangelio, en el cual él se identificó a sí mismo como el discípulo "a quien Jesús amaba" y como el que se reclino sobre el pecho de Jesús en la Última Cena (Jn 13:23; 19:26; 20:2; 21:7, 20). Él también escribió el libro de Apocalipsis (Ap 1:1).
    Fechar con precisión es difícil  porque ninguna indicación histórica clara de fecha existe en 1 Juan. Lo más probable es que Juan compuso esta obra en la última parte del primer siglo. La tradición de la iglesia coherentemente identifica a Juan en su edad avanzada como alguien que estaba viviendo y escribiendo activamente durante este tiempo en Éfeso en la región de Asia Menor. El tono de la epístola apoya esta evidencia debido a que el escritor da la fuerte impresión de que es mucho mayor que sus lectores ("Hijitos míos", 2:1, 18, 28). La epístola y el Evangelio de Juan reflejan un vocabulario y una manera de expresión similar. Tal similitud causa que muchos fechen la escritura de las epístolas de Juan ocurriendo poco después de que compuso su Evangelio. Debido a que muchos fechan el Evangelio durante la última parte del primer siglo, también prefieren una fecha similar para las epístola. Además, es muy probable que la herejía que Juan combate refleja los principios de gnosticismo el cual estaba en su primera etapa durante la última parte del último tercio del primer siglo cuando Juan estaba escribiendo activamente. Debido a que no se hace mención de la persecución bajo  Domiciano, la cual comenzó alrededor del 95 a.C., pudo haber sido escrita antes de que eso comenzara. Ala luz de dichos factores, una fecha razonable para 1 Juan es 90-95 d.C. Es muy probable que fue escrita desde Éfeso a las iglesias de Asia Menor sobre las cuales Juan desempeñaba liderazgo apostólico    



Contexto Histórico de 1 Juan

            Aunque él estaba muy avanzado en edad cuando escribió esta epístola, Juan aún estaba activamente ministrando a iglesia. Él era el único superviviente apostólico que tenía asociación íntima, habiendo sido testigo ocular, con Jesús a lo largo de su ministerio terrenal, muerte, resurrección, y ascensión. Los Padres de la iglesia (Justino, Mártin, Ireneo, Clemente de Alejandría, Eusebio) indican que después de ese tiempo, Juan vivió en Éfeso en Asia Menor, llevando a cabo un programa evangelístico extensivo, supervisando a muchas de las iglesias que se habían levantado, y conduciendo un ministerio escrito extensivo (epístolas, el Evangelio de Juan, y Apocalipsis). Un padre de la Iglesia (Papías) quien tuvo contacto directo con Juan lo describió como una “voz viva que permanecía”. Como el último apóstol que quedaba, el testimonio de Juan fue altamente autoritativo entre las iglesias. Muchos diligentemente buscaron oír al que tenía experiencia de primera mano con el Señor Jesús.
            Éfeso (Hch 19:10) se encontraba dentro del centro intelectual de Asia Menor. Tal como había sido predicho años atrás por el apóstol Pablo (Hch 20:28-31), falsos maestros que se habían levantado de adentro de las filas mismas de la iglesia, saturados con el clima prevaleciente de corrientes filosóficas, comenzaron a infectar a la iglesia con falsa doctrina, pervirtiendo enseñanza apostólica fundamental. Estos falsos maestros promovían nuevas ideas las cuales finalmente llegaron a conocerse como “gnosticismo” (de la palabra gr. “conocimiento”). Después de la batalla paulina por libertad de la ley, el gnosticismo era la herejía más peligrosa que amenazó a la iglesia primitiva durante los primeros tres siglos. Lo más probable es que Juan estaba combatiendo los principios de esta terrible herejía que amenazaba destruir los fundamentos de la fe y las iglesias.       
            El gnosticismo, influenciado por filósofos tales como Platón, promovía un dualismo afirmando que la materia era inherentemente mala y que el espíritu era bueno. Como resultado de esta presuposición, estos falsos maestros, aunque atribuían alguna forma de deidad a Cristo, negaban su verdadera humanidad para preservarlo del mal. También decían tener conocimiento elevado, una verdad más alta conocida únicamente por aquellos que estaban en las cosas profundas. Solo los iniciados tenían el conocimiento místico de la verdad que era más alto aún que las Escrituras.
            En lugar de que la revelación divina estuviera de pie como juez sobre las ideas del hombre, las ideas del hombre juzgaban la revelación de Dios (2:15-17). La herejía incluía dos formas básicas. En primer lugar, algunos afirmaban que el cuerpo físico de Jesús no era real, sino solo “parecía” ser físico (conocido como “Docetismo” de una palabra griega que quiere decir “aparecer”). Juan con fuerza afirmó la realidad física de Jesús al recordarles a sus lectores que él era un testigo ocular de Él (“oído”, “visto”, “palpado”, “Jesucristo ha venido en carne”, 1:1-4; 4:2, 3). De acuerdo a la tradición más antigua (Ireneo), otra forma de esta herejía la cual Juan pudo haber atacado era guiada por un hombre llamado Cerinto, quien contendía que el “espíritu” del Cristo descendió sobre el Jesús humano en su bautismo pero lo dejó poco antes de su crucifixión. Juan escribió que el Jesús que fue bautizado al principio de su ministerio era la misma persona que fue crucificada en la cruz (5:6).
            Tales posiciones herejes destruyen no solo la verdadera humanidad de Jesús, sino también la expiación, ya que Jesús no solo debió haber sido verdaderamente Dios, sino también verdaderamente el hombre (y físicamente real) quien de hecho sufrió y murió en la cruz para ser el sacrificio aceptable y sustituto por el pecado (He 2:14-17). La posición bíblica de Jesús afirma su humanidad completa como también su deidad total.
            La idea gnóstica de que la materia era mala y de que solo el espíritu era lo bueno llevó a la idea de que o el cuerpo debía ser tratado ásperamente, una forma de ascetismo (Col 2:21-23), o el pecado cometido en el cuerpo no tenía relación o efecto en el espíritu de la persona. Esto llevó a algunos, especialmente a los oponentes de Juan, a concluir que el pecado cometido en el cuerpo físico no importaba; desenfreno total en inmoralidad era permisible; uno podía negar que el pecado aún existiera (1:8-10) y menospreciar la ley de Dios (3:4). Juan enfatizó la necesidad de obedecer las leyes de Dios, ya que definió el verdadero amor a Dios como obediencia a sus mandamientos (5:3).
            Una falta de amor por otros creyentes caracteriza a los falsos maestros, especialmente al reaccionar en contra de cualquiera que rechaza su nueva manera de pensar (3:10-18). Ellos separaban a sus seguidores engañados de la comunión de aquellos que permanecían fieles a la enseñanza apostólica, llevando a Juan a responder que tal separación externamente manifiesta que aquellos que seguían a falsos maestros carecían de salvación genuina (2:9). Su partida dejaba a los otros creyentes, quienes permanecían fieles a la doctrina apostólica, sacudidos. Respondiendo a esta crisis, el anciano apóstol escribió para reafirmar a aquellos permaneciendo fieles y para combatir esta grave amenaza en contra de la iglesia. Debido a que la herejía esta tan peligrosa y el periodo de tiempo eran tan crítico para la iglesia en peligro de ser abrumada por falsa enseñanza, Juan gentilmente, amorosamente, pero con autoridad apostólica incuestionable, envió esta cata a iglesias en su esfera de influencia para detener esta plaga de falsa doctrina que se estaba esparciendo.    


“¿Qué puedo saber? & ¿Cómo puedo saberlo?”

 
1.      2:4 “El que dice: Yo le CONOZCO, y no guarda sus mandamientos, él tal es mentirosa, y la verdad no esta en él”
¿Que puedo saber? = El que conoce a Dios
¿Cómo puedo saberlo? = Por el guardar sus mandamientos
2.      2:5 “Pero el que guarda su palabra, es este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto SABEMOS que estamos en él”
¿Que puedo saber? = El que esta o si estoy en él
¿Cómo puedo saberlo? = Por el guardar su palabra
3.      2:18 “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgidos muchos anticristos; por esto CONOCEMOS que es el último tiempo.”
¿Que puedo saber? = Que es el último tiempo
¿Cómo puedo saberlo? = Por los anticristos
4.      2:20 “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y CONOCÉIS todas las cosas”
¿Qué puedo saber? = Puedo saber todas las cosas
¿Cómo puedo saberlo? = Tengo la unción del Santo
5.      2:21 “No os he escrito como si ignoráis la verdad, sino porque la CONOCÉIS, y porque ninguna mentira procede de la verdad”
¿Qué puedo saber? = Si conozco la verdad
¿Cómo puedo saberlo? = Ninguna mentira proviene de la verdad.
6.      2:29 “Si SABÉIS  que él es justo, SABED también que todo el que hace justicia es nacido de él”
¿Qué puedo saber? = Quien es nacido de Dios
¿Cómo puedo saberlo? = Porque hace justicia.
7.      3:1 “Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo nonos CONOCE, porque no le CONOCIÓ a el.”
¿Que puedo saber? = Si el mundo conoce a Dios
¿Cómo puedo saberlo? = Si nos conoce a nosotros.
8.      3:6 “Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, lo le ha visto, ni le ha CONOCIDO
¿Que puedo saber? = Quien conoce a Dios
¿Cómo puedo saberlo? = Si peca o no
9.      3:18, 19 “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hechos y en verdad. Y en esto CONOCEMOS que somos de la verdad, y aseguramos nuestros corazones delante de él
 


Gnosticismo

Una de las herejías más peligrosas de los primeros dos siglos de la iglesia fue el gnosticismo. El centro de su enseñanza era que el espíritu es enteramente bueno y la materia mala. De este dualismo no bíblico surgieron cinco errores importantes:
  1. El cuerpo humano, que es material, es malo. Debe contrastarse con Dios, que es todo espíritu y, por tanto, bueno.
  2. La salvación es el escape del cuerpo, que no se alcanza por la fe en Cristo sino por un conocimiento especial (la palabra griega para definir "conocimiento" es gnosis; de ahí el Gnosticismo).  
  3. Se niega la verdadera humanidad de Cristo de dos maneras: 1) Algunos dicen que Cristo solo parecía tener un cuerpo (un punto de vista llamado "docetismo", derivado de la palabra griega dokeo, "parecer"), y 2) otros que el Cristo divino se unió al hombre Jesús en el bautismo y lo abandonó antes de que muriera (este punto es llamado "cerintialismo" cuyo nombre viene del prominente portavoz Cerinto). Este argumento forma parte del trasfondo de gran parte de 1 Juan (1:1; 2:2; 4:2-3).
  4. Debido a que el cuerpo se considera malo, debe ser tratado con aspereza. Esta forma ascética de gnosticismo también forma parte del trasfondo de la carta a los Colosenses (2:21-23).
  5. Paradójicamente, este dualismo condujo al libertinaje. El razonamiento era que, ya que la materia y no el quebrantamiento de la ley de Dios (1Jn 3:4) se considera mala, la violación de la ley de Dios no tenía consecuencias morales.   
    El gnosticismo a que se refiere el NT era una forma antigua de la herejía, no el intricado sistema desarrollado durante los siglos II y III. Además de ese aspecto tratado en Colosenses y en las cartas de Juan, la relación con el gnosticismo primitivo se refleja en 1, 2 Timoteo, Tito, 2 Pedro y tal vez 1 Corintios.



Retos de Interpretación

 
  •  Los teólogos debaten la naturaleza precisa de las creencias de los falsos maestros en 1 Juan, porque Juan no especifica directamente sus creencias, sino que más bien combate a los herejes primordialmente a través de una reafirmación de los fundamentos de la fe. La característica principal de la herejía, como se notó arriba, parece ser una negación de la encarnación, esto es, Cristo no había venido en la carne. Lo más probable es que esta era una forma inicial o incipiente de gnosticismo, como fue señalado.
 
  •   El intérprete también es desafiado por la rigidez de la teología de Juan. Juan presenta los puntos básicos o fundamentos de la vida cristiana en términos absolutos, no relativos. A diferencia de Pablo, quien presentó excepciones y lidió con tanta frecuencia con las fallas de los creyentes en satisfacer el estándar divino, Juan no lidia con los puntos de "que si fracaso". Solo en el 2:1, 2 da algo de alivio de los absolutos. El resto del libro presenta verdades en blanco y negro en lugar de sombras grises frecuentemente a través de un fuerte contraste, esto es, "luz" vs. "oscuridad" (1:5, 7; 2:8-11); verdad vs. mentiras (2:21, 22; 4:1); hijos de Dios vs. hijos de Satanás (3:10). Aquellos que dicen ser cristianos deben desplegar de manera absoluta las características de los cristianos genuinos: sana doctrina, obediencia, y amor. Aquellos que verdaderamente han nacido de nuevo han recibido una nueva naturaleza, la cual da evidencia de sí misma. Aquellos que no despliegan las características de la nueva naturaleza no la tienen, y por lo tanto, nunca nacieron de nuevo. Los puntos no se centran (como tanto los escritos de Pablo lo hacen) en mantener comunión temporal o diaria con Dios, sino en la aplicación de pruebas básicas en la vida de uno para confirmar que la salvación verdaderamente ha ocurrido. Tales distinciones absolutas también fueron características del Evangelio de Juan.
 
  •  De una manera única, Juan desafía al intérprete por su repetición de temas similares una y otra vez para enfatizar las verdades básicas del verdadero cristianismo. Algunos han comparado la repetición de Juan a una espiral que se mueve hacia afuera., volviéndose más y más grande, esparciendo cada vez más la misma verdad sobre un área más amplia e incluyendo un mayor territorio. Otros han visto la espiral moviéndose hacia adentro, penetrando con mayor profundidad en los mismos temas mientras se expande en sus pensamientos. Sea cual sea la manera en la que uno vea el patrón de espiral, Juan usa repetición de verdades básicas como un medio para acentuar su importancia y para ayudar a sus lectores a entender y recordarlas.            


Temas históricos y teológicos


 
  •  A la luz de las circunstancias de la epístola, el tema general de 1 Juan es "otro llamado a los fundamentos de la fe" o "regreso a los principios básicos del cristianismo". El apóstol lidia con certezas, no opciones o conjetura. Expresa la naturaleza absoluta del cristianismo en términos muy simples; términos que son claros y precisos, sin dejar duda alguna de la naturaleza fundamental de esas verdades. Un tono cálido, conversacional, y sobre todo, amoroso ocurre, como un padre teniendo una conversación tierna, íntima con sus hijos.
 
  •  Primera Juan también es pastoral, escrita desde el corazón de un pastor que está preocupado por su congregación. Como un pastor, Juan comunicó s su rebaño algunos principios muy básicos, pero vitalmente esenciales, afianzándolos en los puntos básicos de la fe. El deseaba que ellos tuvieran gozo con respecto a la certeza de su fe en lugar de ser turbados por la falsa enseñanza y deserciones actuales de algunos (1:4).
 
  •  No obstante, el punto de vista del libro, no solo es pastoral sino también polémico; no sólo positivo sino también negativo. Juan refuta a los desertores con san doctrina, sin exhibir tolerancia alguna hacia aquellos que pervierten la verdad divina. Él llama a aquellos que dejan la verdad "falsos profetas" (4:1), "los que os engañan" (2:26; 3:7), y "anticristos" (2:18). Él identifica de manera incisiva la fuente definitiva de toda esa deserción de la sana doctrina como demoníaca (4:1-7).    
 
  •  La repetición constante de tres temas secundarios refuerza el tema general con respecto a la fidelidad a los elementos básicos del cristianismo:
  1. Felicidad (1:4)
  2. Santidad (2:1)
  3. Seguridad (5:13)
  •  Al ser fiel a lo básico, sus lectores experimentarán estos tres resultados continuamente en l vida de cada uno de ellos. Estos tres factores también revelan el ciclo calve de la verdadera espiritualidad en 1 Juan: una creencia apropiada en Jesús produce obediencia a sus mandamientos; la obediencia se manifiesta en amor a Dios y otros creyentes (3:23-24). Cuando estas tres (fe sana, obediencia, amor ) operan juntos, resultan en felicidad, santidad y certeza. Constituyen la evidencia, la prueba clave, de un verdadero cristiano.
 
Estudiando 1 de Juan
1. Si quiere interpretar con precisión algún pasaje de las Escrituras, tiene que hacerlo siempre a la luz de su contexto, es decir, de lo que va con el texto. En cuestiones de interpretación el contexto rige. Se puede discernir el contexto de un pasaje identificando el propósito del autor al escribir. Lo que el autor quiere decir, lo dice a la luz de tal propósito.  
En esta carta en particular, el autor nos da a conocer su propósito en siete versículos distintos: 1:4; 2:1, 12-14, 21, 26. Más tarde en 5:13, termina resumiendo su propósito al escribir esta carta. Lea esos versículos y, bajo el título OS ESCRIBO en la Hoja de Observación de 1 Juan, anote las razones que lo motivaron a escribir. Lea luego 1 Juan 5:13 y anote su propósito en la hoja de los Capítulos de 1 Juan.  
2. Una de las principales herejías de la iglesia debió enfrentar fue el gnosticismo. Y aunque en los tiempos de Juan esa herejía aún no había florecido, ya se había sembrado la semilla. Hay que entender lo que era el gnosticismo para captar por qué Juan se concentró en las verdades que expuso en su carta. Por eso, antes de seguir adelante lea acerca del gnosticismo
 
3. Ahora lea la carta capítulo por capitulo y observe el texto, haciendo lo siguiente:
1. Marque de manera distintiva en el texto todas las palabras clave, junto con sus sinónimos y formas pronominales. Una vez que haya marcado esas palabras, anote bajo el título Palabras clave de 1 de Juan en la hoja de observación de 1 de Juan, el número de veces que se emplea cada palabra en cada capitulo. Haga la suma correspondiente para ver cuántas veces se emplea cada palabra en la carta. Este ejercicio le ayudará a resumir los temas principales de 1 Juan.
2. Juan recurre a varios contrastes para recalcar lo que quiere decir: luz / tinieblas, hijos de Dios / hijos el diablo, etc. Preste atención a esos contrastes, y apunte en el margen del texto bíblico lo que enseñan.
4. Cuando termine de observar cada capitulo, haga lo siguiente:
1.      Anote en el margen las verdades aprendidas de cada una de las palabras clave.   
2.      Ya que se escribió Juan “para que sepáis”, resalte el uso repetido del verbo saber a lo largo de la carta, y anote bajo los títulos de las columnas Que puedo saber y Cómo puedo saberlo en las hojas de observación, todo lo que aprenda del texto bíblico. Al hacer estas listas, preste atención a los asuntos tratados por Juan can relación a una conducta errónea o a una fe equivocada.
3.      Lleve una lista de todo lo que aprenda en esta carta acerca de Dios, de Jesucristo y del Espíritu Santo, y anótelo en el margen.
5. Anoté los temas de los capítulos en Capítulos de 1 Juan.
6. Aplicación
 
 
Aplicación de 1 Juan




UN LLAMADO A LA APLICACIÓN:
1.      Según los criterios establecidos en esta carta, ¿cómo puede saber usted si tiene o no la vida eterna?
2.      ¿Qué ha aprendido de esta carta en cuanto al pecado? ¿Practica usted la justicia o el pecado?
3.      ¿Ama lo que hay en el mundo? ¿Se halla atrapado en la vanagloria de la vida y en los deseos de los ojos?
4.      Según 1 Juan 3, ¿qué debe hacer cuando su corazón lo reprende o condena?
5.      Lo que cree usted acerca de Jesucristo, ¿corresponde con lo que 1 Juan enseña acerca de Él?


APLICACIÓN FINAL DE 1 JUAN
       1. ¿Cuales son las verdades básicas de 1 Juan?
       2. ¿Cómo se aplican estas verdades a mi vida?
       3. ¿En vista de estas verdades, que cambios deberían hacer en mi vida?.
       4. ¿Cómo pienso llevar a cabo estos cambios?
       5. ¿Cuál será mi oración personal referente a esta verdad, y los cambios que debería efectuar en mi vida?




APLICACIÓN PRACTICA
    El libro de 1 Juan es un libro de amor y gozo. Explica el compañerismo que tenemos unos con otros y con Jesucristo. Hace la diferencia entre la felicidad, la cual es temporal y efímera, y el gozo verdadero, respecto al cual 1 Juan nos dice como alcanzarlo. Si tomamos las palabras escritas por Juan y las aplicamos a nuestras vidas diarias, el amor verdadero, el compromiso, el compañerismo y el gozo que anhelamos, será nuestro.

El apóstol Juan conocía bien a Cristo. Él nos dice que todos podemos tener también esa estrecha relación con Jesucristo. Tenemos el testimonio de hombres que tuvieron un contacto directo y personal con Él. Los escritores de los Evangelios presentan su testimonio solidamente estructurado sobre una realidad histórica. Ahora, ¿cómo se aplica eso a nuestras vidas? Se nos explica que Jesús vino aquí como el Hijo de Dios, para crear una unión con nosotros basada en Su gracia, misericordia, amor y aceptación. Son tantas las veces que la gente piensa que Jesús está lejos, en algún lugar lejano y que Él realmente no se preocupa por nuestras luchas diarias, problemas y preocupaciones. Pero Juan nos está diciendo que Jesús está justo aquí con nosotros, tanto en los asuntos simples y mundanos de nuestras vidas, como en los complejos sufrimientos del alma. Juan da testimonio como testigo basado en sus experiencias personales, que Dios se hizo carne y habitó entre los hombres. Eso significa que Cristo vino a vivir con nosotros y Él aún vive con nosotros. Así como caminó por el mundo al lado de Juan, así también camina a través de cada día con nosotros. Necesitamos aplicar esta verdad en nuestras vidas y vivir como si Jesús estuviera parado justo a nuestro lado cada segundo del día. Si ponemos esta verdad en práctica, Cristo añadirá santidad a nuestras vidas, haciéndonos más y más semejantes a Él.

 

El Tiempo de 1 Juan

  • ca. 27 d.C. Jesús llama a Juan, hijo de Zebedeo, para que le siga. 
  • ca. 30 d.C. Juan llega a ser líder de la iglesia primitiva.
  • ca. 67 d.C. Ejecución de Pedro y de de Pablo; Juan se establece en Efeso. 
  • ca. 70 d.C. Destrucción de Jerusalén por los romanos la iglesia se dispersa.
  • ca. 90 d.C. Juan escribe su Evangelio y sus epístolas. 
  • ca. 100 d.C. Muerte de Juan.


1 Juan y el Evangelio de Juan

1 JuanEvangelio de Juan
1:11:1, 14
1:416:24
1:6-73:19-21
2:713:34-35
3:88:44
3:145:24
4:68:47
4:91:14, 18; 3:16
5:95:32, 37
5:123:36
 

Palabras Clave de 1 Juan

  •  Observe como Juan utiliza sus palabras clave en el libro. ¿Qué enfatiza en cada capitulo?
  •  Observe sus énfasis, orden, y como explica claramente el significado único del libro. (Una sola interpretación)
  •  Esto nos ayudara a aplicarnos este libro del mil maneras.
 1 JuanTotal Referencias
comunión4 1:3(2),6,7
permanecer17 2:6,10,14,17,24(3),27 - 3:6(2),8,9,14 - 4:12,15,16(2)
pecado25 1:7,8,9(2),10 - 2:1,2,12 - 3:4(2),5(2),6(2),8(2),9(2) - 4:10 - 5:16(3),17(2),18
saber (conocer, entender)22 2:3(2),4,5,11,13,14 - 3:2,6,14,16,20,24 - 4:8,16 - 5:15(2),18,19,20(3),
amor41 2:5,10,15(2) - 3:1,2,10,11,14,16,17,18,21,23 - 4:1,7(4),8(2),9,10(2)11,12,16(3),17,18(3),20(3),21 - 5:1(2),3
nacido de Dios11 2:29 - 3:1,2,9(2) - 4:7 - 5:1,2,4,18,19
escribir (escritos)12 2:1,7,8,12,13(3)14(2),21,26 - 5:13
luz6 1:5,7(2) - 2:8,9,10
verdad (verdadero)13 1:6,8 - 2:4.8,21(2) - 3:18,19 - 4:6 - 5:6,20(3)
diablo (maligno)9 2:13,14 - 3:8(3),10,12 - 5:18,19
 

Bosquejo de 1 Juan

 Introducción: La realidad de la encarnación (1:1-4)







 La vida cristiana en comunión con el Padre y el Hijo
(1:5-2:28)


 Pruebas éticas de la comunión
(1:5-2:11)
 Semejanza moral (1:5-2:11)
 Confesión de pecado (1:8-2:2)
 Obediencia (2:3-6)
 Amor por lo demás creyentes (2:7-11)
 Dos digresiones (2:12-17)
 
 



Pruebas cristológica de comunión (2:18-28)
 Contraste entre apóstoles y creyentes (2:18-21)
 La persona de Cristo: el enigma de la prueba (2:22-23)
 Fe persistente: la clave para continuar la comunión (2:24-28)
 La vida cristiana en calidad de Hijo divino
(2:29-4:6)
 Pruebas éticas de la filiación de Hijo (2:29-3:24)
 La justicia (2:29-3:10a)
 El amor (3:10b-24)
 Pruebas cristológicas de la filiación como Hijo (4:1-6)
 La vida cristiana como una integración de lo ético y cristológico (4:7-5:12)
 La prueba ética: el amor
(4:7-5:5)
 La fuente de amor (4:7-16)
 El fruto del amor (4:17-19)
 La prueba cristológica (5:6-12)
 Conclusión: Grandes certezas cristianas (5:13-21)
 

1 Juan 1 Contraste

El que tiene comunión con Dios, una relación y no una religión.
El que no tiene comunión con Dios, una religión y no una relación.
1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida
 
2 (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);
 
3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
 
4 Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo seacumplido.
 
5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.
 
 
6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemoscomunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
 
 
8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
 
 
Lectura de 1 Juan

Datos de Orientación de 1 Juan
  • Contenido: un tratado que ofrece seguridad para algunos creyentes específicos, alentando su lealtad a la fe práctica cristianas como respuesta a algunos falsos profetas que ya han dejado la comunidad.  
  • Autor: el mismo autor que escribió 2 y 3 Juan, que se llama a sí mismo "el anciano". Una sólida tradición histórica lo identifica con el apóstol Juan. 
  • Fecha: desconocida, probablemente hacia el fin del primer siglo cristiano (a finales de los años 80 y a principios de los 90).
  • Recipientes: una comunidad cristiana (o comunidades) bien conocida para el autor (a los cuales llama "hijos" y "amados", los falsos profetas "salieron de entre nosotros" 2:19). Tradicionalmente se ha pensado que estaban en Éfeso o en sus alrededores.   
  • Ocasión: la deserción de los falsos profetas y de sus seguidores, que han cuestionado la ortodoxia - la enseñanza y también la práctica ' de los que han permanecido fieles a lo que es "desde el principio".
  • Énfasis: que Jesús quien vino en la carne es el Hijo de Dios; que Jesús mostró el amor de Dios por nosotros mediante su encarnación y se crucifixión; que los verdaderos creyentes se aman unos a otros como él los amó Cristo; que los hijos de Dios no pecan habitualmente, pero cuando pecamos, recibimos perdón; que los creyentes pueden tener plena confianza en Dios que los ama; que por confiar en Cristo ahora tenemos vida eterna. 


Panorama de la Primera Epístola de Juan

    El lector puede experimentar alguna verdadera ambivalencia al leer esta carta, ya que por una parte, el estilo literario de Juan es muy sencillo, con el uso de un vocabulario muy limitado y básico (tanto que este es usualmente el primer libro que los estudiantes principiantes de griego aprenden a leer). También tiene un gran número de momentos memorables y profundos. Por otra parte, se puede experimentar verdadera dificultad al tratar de seguir la línea de pensamiento de Juan. No  solamente es difícil en ocasiones ver cómo algunas ideas se conectan entre sí, sino que ciertos temas, obviamente importantes, se repiten varias veces a lo largo de la carta. 
    
    Aunque, como la mayoría de las cartas de Pablo, el propósito de la Primera Epístola de Juan es persuadir, no obstante no viene en forma de carta (observe que no hay saludos ni despedida). Muy probablemente, esto es porque Juan está escribiendo a comunidades a las que les presta una atención directa. Lo que él escribe incluye enseñanzas "que habéis oído desde el principio" (2:24) acerca del "Verbo de vida" que "era desde el principio" (1:1; 2:13).

    Los asuntos principales son tres: la encarnación, el amor por los hermanos y las hermanas, especialmente los que están en necesidad, y la relación entre el pecado y el ser hijos de Dios. Los dos primeros son los más urgentes y son expresados juntos en 3:23: "Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros...".     

    La encarnación es tocada en 1:1-4 y 2:20-25 y luego tomada específicamente en 4:1-6 y 5:1-12. El significado salvador   de la muerte de Cristo - la expresión máxima del amor de Dios por nosotros - está unido directamente a la creencia de que él "ha venido en carne".

    El asunto de los creyentes amándose unos a otros se habla de manera preliminar en 2:7-11, y luego específicamente en 3:11-24 y 4:7-21. El lazo obvio entre estos dos temas es que el amor de Dios por nosotros, el mismo que a su vez debemos tener los unos por los otros, está revelado completamente en la encarnación, cundo el Hijo de Dios murió por todos nosotros (2:5, 6; 3:16; 4:8-12).

    El asunto del pecado está relacionado con el tema: "¿quiénes con los verdaderos hijos de Dios?". Este asunto es primero presentado en 1:5-2:2, retomado de nuevo en 2:28 - 3:10 y forma el asunto final en 5:13-21. Los verdaderos hijos de Dios no continúan viviendo en pecado, pero tampoco son impecablemente perfectos, lo que importa es si su obediencia se expresa en amor por los demás. Los verdaderos hijos de Dios ya han recibido vida eterna (han entrado en la vida de Dios y por tanto están probando la vida de la era venidera). 


Recomendaciones Específicas para la Lectura de la Primera Epístola de Juan

    Conforme avanza en la lectura, está alerta a lo que Juan dice acerca de los falsos profetas, dado que son la clave para el resto. Observe que ellos han dejado recientemente la comunidad (2:19), pero solamente después de tratar de desviar a la iglesia (2:26; 3:7; 4:1). Estos profetas aparentemente consideraban que su enseñanza venía del Espíritu (4:1), que es la razón por la que Juan trata  de convencer a los creyentes de que su propia unción del Espíritu es suficiente para ellos (2:20, 27; 3:24). En efecto, en un maravilloso juego de palabras sobre el lenguaje de "unción" (chrisma), él llama a los falsos profetas "anticristos" (antichrsitos = contra el Ungido). Ha habido mucha especulación acerca de quiénes son estos falsos profetas, o cuál herejía representaban, pero finalmente estos asuntos no pueden ser conocidos con certeza, excepto que ellos niegan la encarnación, fracasan al mostrara amor a los necesitados y (tal vez) argumentan que son impecables. 

    Lo asombroso de este pequeño tratado es cuánto puede decir Juan, y decirlo tan profundamente, usando un vocabulario notablemente limitado, pero es la misma repetición de palabras, más el uso de agudos contrastes, lo que hace eficaz. Su vocabulario especial cuenta toda la historia: permanecer/continuar/morar (24 veces) en la verdad (9 veces)significa creer en (9 veces) o confesar (5 veces) al Hijo (22 veces), del que el Padre (14 veces) y el Espíritu (8 veces) dan testimonio (12 veces); todo esto significa ser nacido de Dios (10 veces), así como andar (5 veces) en la luz (6 veces), escuchar (14 veces) y conocer (40 veces) a Dios, guardar (7 veces) el mandamiento (14 veces) de amar (46 veces) a los hermanos y hermanas (15 veces), y así tener vida (13 veces) que es desde el principio (8 veces), y finalmente vencer (6 veces) al mundo. Todo esto está en contraste con la mentira (7 veces), engaño (4 veces), negar a Cristo (3 veces), tener un falso espíritu (4 veces), siendo así anticristo (4 veces), andar en tinieblas (6 veces), odiar (5 veces) a los hermanos o las hermanas pero amar al mundo (23 veces), estando así en pecado (27 veces), que lleva a la muerte (6 veces). 

    El poner todo esto junto para la lectura de esta Epístola, puede ayudar al lector a pensar en términos de una composición musical en vez de un argumento paulino. Un preludio anticipa al primer tema, luego los dos siguientes temas son tocados, o al menos insinuados, seguidos por un interludio y luego otra preludio, esta vez con el tema principal de los falsos profetas y su negación de la encarnación. Con todos estos temas importante en su lugar, Juan los trabaja dos veces más cada uno, añadiendo y aclarando conforme edifica un poderosos crescendo hacia el final.        


Recorrido por la Primera Epístola de Juan  


1:1- 4
Preludio: el primer tema tocado
    La vida es nuestra mediante la Palabra de vida, a la que el autor (ya enfatizando la realidad de la encarnación) y otros "hemos visto con nuestro ojos ...y palparon nuestras manos".


 1:5-2:2
Segundo tema: sobre el pecado y el perdón
    Observe los dos temas enfatizados aquí: que andar en la luz (y por tanto en la verdad) significa estar en comunión cristiana mediante la continua purificación de Cristo del pecado y el que aquellos que niegan haber pecado no andan en la luz.


 2:3-11
Tercer tema: sobre el amor y el odio
    Ahora encontrará enfatizados tres temas: 1) andar en el la verdad (luz) ssignifica ser obedientes a los mandamientos de Cristo, 2) su mandamiento es el antiguo: que nos amemos unos a otros, y 3) no amar es odiar, por consiguiente andar en tinieblas (por implicación, vivir en pecado, a pesar de negar que se peca)


 2:12-14
Interludio: algunas razones para escribir
    Observe que todas las razones dadas para escribir tienen el propósito de volver a asegurar a sus lectores que son verdaderos hijos de Dios, sus pecados son perdonados, ellos conocen a Cristo y al Padre, son fuertes y han vencido al maligno. 


 2:15-17
Preludio a la advertencia: no amen al mundo
    El amor tiene que ver con los hermanos y hermanas, no con las cosas del mundo. Observe que este segundo preludio prepara el escenario no solamente para la advertencia que sigue, sino que anticipa 4:1-6, donde los "falsos profetas" son colocados justamente en el mundo. 



 2:18-27
La advertencia: acerca de negar al Hijo (primer tema nuevamente)
    Aquí se encuentra la principal razón de Juan para escribir. Al irse los engañadores obviamente han sacudido a los que permanecen leales. Junto con el énfasis sobre la encarnación, todo lo que el lector encuentra aquí fue escrito para volver a asegurar a los primeros lectores que ellos tienen la verdadera unción del Espíritu !pero Juan no quiere decir que las personas que tienen el Espíritu no necesitan enseñanzas!  



 2:28-3:10
Segundo tema repetido: acerca del pecado y ser hijos de Dios
    Conforme este tema es elaborado, se puede tener mejor sentido del pasaje 1:5-2:2. El asunto es la relación entre el pecado y el ser hijos de Dios. Antes de tratar con el asunto del pecado, Juan empieza asegurándoles que ellos son hijos de Dios. Puesto que esto sigue inmediatamente después de la deserción de los falsos profetas, parece muy probable que ellos hayan estado enseñando que los verdaderos hijos de Dios con impecables.    



 3:11-24
Tercer tema repetido: acerca de amor y del odio
    Nuevamente, no es accidental el que la discusión sobre la impecabilidad sea seguida por la verdadera evidencia de ser hijos de Dios, es decir, amarse unos a otros cono Cristo amos amó. Aunque los "impecable" de hecho viven en la peor clase de pecado: no amar a los hermanos  y hermanas esto es igual que odiarlo. Observe especialmente la manera en que los versículos 16-18 reflejan el corazón del evangelio aunque también evocan el corazón de la ley (Éxo 22:21-27)  


 4:1- 6
Primer tema repetido: acerca de negar la encarnación
    Ahora se está de regreso al primer tema. Aquí en particular se expone la principal enseñanza de los falsos profetas. La evidencia clara de que no hablan por el Espíritu es su negación de la encarnación de Cristo, este es el "espíritu" del anticristo. 



 4:7-21
Tercer tema completado y relacionado al primero
    Al regresar al tema de amarse unos a otros, Juan ahora lo relaciona directamente con el amor de Dios por nosotros como se manifestó en la encarnación de Cristo; su muerte efectuó la expiación de Dios por nosotros. Combinados con 5:6-8, este pasaje sugiere fuertemente que al negar la encarnación, los falsos profetas también están negando el significado salvador de la cruz.  




 5:1-12
Primer tema completado y relacionado en el tercer y segundo
    Los verdaderos hijos de Dios con los que creen que Jesús es el Medías (incluyendo su encarnación y la expiación) Estos son los que aman a los otros "hijos de Dios". Los versículos 6-8 nos dan los mejores indicios acerca de la herejía misma: los falsos maestros aparentemente creían que algo significativo le había sucedido a Cristo en su bautismo ( así él vino "por agua"), pero que su muerte no era algo en lo que Dios estuviera comprometido (por esto Juan insiste en que vino por agua y sangre). El verdadero Espíritu da testimonio de la encarnación de Cristo y también de su expiación. Los que creen esto tienen vida eterna.    



5:13-21
 El final: segundo tema relacionado con el primero
    Después de algunas palabras de confianza basadas en su creencia de lo que ha sido dicho hasta ahora. Juan regresa al tema con el cual empezó: el asunto del pecado y quienes son verdaderos hijos de Dios, y que por consiguiente tienen vida eterna. Ellos necesitan huir de la idolatría, un golpe final contra los falsos profetas. 

Libro: "Como leer la Biblia libro por libro" por Gordon D. Fee y Douglas Stuart

 
 

Comentario

 
1 JUAN

Jesús el Hijo de Dios
Quienes Le siguen, han de hacer justicia
Si somo de Él, nos amaremos unos a otros

    Esta Epístola, así como la de Hebreos, no nombra ni a su autor ni a los destinatarios, aun cuando es intensamente personal, tal como lo indica el uso recuente de "yo" y "vosotros". Desde el comienzo ha sido reconocida como carta circular del apóstol Juan a las iglesias alrededor de Efeso, para subrayar los hechos esenciales del Evangelio y para amonestar contra herejías nacientes que luego produjeron una forma corrompida y paganizada de cristianismo.

Juan
    Según una tradición largamente difundida, Juan hizo de Jerusalén su centro principal de trabajo, y cuidó de la madre de Jesús hasta la muerte de ella. Después de la destrucción de Jerusalén se estableció en Antioquía, que al cerrarse la edad apostólica ya era el centro numérico y geográfico de la población cristiana. Allí vivió hasta una edad muy avanzada. Cuidaba en especial de las iglesias de Asia Menor. Entre sus alumnos se cuentan a Policarpo, Papias e Ignacio, que llegaron a ser obispos respectivamente de Esmirna, Hierápolis y Antioquía. En su vejes escribió  su Evangelio, tres Epístolas y el libro de Apocalipsis, a fines del primer siglo.

Fondo de la Epístola
    El cristianismo ya tenía unos 60 o to años de existencia, y en muchas  partes del Imperio Romano ya era una religión importante y una influencia poderosa. Naturalmente, se habían presentado toda clase de intentos de amalgamar el Evangelio con filosofías y sistemas de pensamiento existentes. Una forma de gnosticismo que perturbaba a las iglesias de los días de Juan exageraba el valor del intelectualismo, y sostenía que en la naturaleza humana había un irreconciliable principio de dualismo: que el espíritu y el cuerpo eran dos entidades separadas y hostiles entre sí. E pecado residía en el cuerpo solamente; el espíritu podía tener sus raptos, y el cuerpo podía hacer lo que quisiera. Una piedad mental elevada y mística era del todo compatible con una vida sensual y voluptuosa.  Negaban la encarnación, y afirmaban que Cristo era hombre en apariencia solamente, un fantasma; y que ellos al descartar el concepto materialista de que Dios se había hecho carne, podían alcanzar a un conocimiento más espiritual de Dios. En Efeso era dirigente de este culto un tal Cerinto. Reclamaba tener místicas experiencias interiores y un elevado conocimiento de Dios, pero era voluptuoso como los maestros de error que perturbaban a las siete iglesias (Apoc 2.2, 6, 14, 15, 20, 21). En toda esta Epístola, parece que Juan haya tenido en mente a estos herejes, insistiendo siempre en que el conocimiento verdadero de Dios ha de producir una transformación moral, y en que Jesús era la manifestación verdadera, material y auténtica de Dios e la carne.     


Capítulo 1. DIOS ES LUZ


    El Autor Conocía Personalmente a Cristo (1-4) Era íntimo a migo y asociado de El. "Palparon nuestras manos" (1); expresión quizás provocada por la ampliamente difundida herejía de que Jesús era un mero "fantasma." ¿Acaso se "palpa" a un fantasma?  

    Dios es luz (5-10). Así comienza el Evangelio de Juan (1:4). Jesús lo había dicho (Juan 8:12). Mucho de esta Epístola nos recuerda palabras de Jesús. La "luz" representa el reino de Dios, de verdad, justicia, pureza, gozo y gloria inefable. Las "tinieblas" son este mundo de error., mal, duda, sombra, ignorancia y maldad. En un sentido más real y literal, quizás la "luz" sea un atributo de Dios más allá de la comprensión de los ojos terrenales. Dios "habita en luz inaccesible" (1 Tim 6:16); "se cubre de luz como de vestiduras" (Sal 104:2).  "Padre de luces" es uno de Sus nombres (Sant 1:17). En la Transfiguración los vestidos de Jesús  se volvieron "resplandecientes" (Mar 9:3).  En a resurrección, el vestido de los ángeles era "blanco como la nieve" (Mat 28:3). Los dos que se manifestaron en Su ascensión tenían "vestidos blancos" (Hech 1:10). En la visión de Apoc 1:14-16, "Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la nieve". (Apo 3:4) 



Capítulo 2.  ANDANDO EN LA LUZ. EL ANTICRISTO


    Andando en la Luz (1-17).  Andar con Dios no quiere decir que estamos exentos al pecado. Hemos pecado en lo pasado, y todavía teme,os el pecado en nuestra naturaleza. Tenemos comunión con Dios, no en virtud de nuestra impecabilidad, sino en la muerte de Cristo por nuestro pecado. Al momento que estemos conscientes de algún acto pecaminoso, si en ese mismo momento en verdadera humildad lo confesamos, nuestra comunión con Dios permanece ininterrumpida. Una de las condiciones del perdón de nuestros pecados es, que "guardemos Sus mandamientos" (4-6). Y sin embargo, el pecado mismo es el dejar de guardar Sus mandamientos. Es una de las paradojas de Juan. Hay cierto sentido en el cual puede considerársele a un hombre justo y bueno. Pero esto no quiere decir que esté completamente libre del pecado. Los más santos siempre han sido profundamente consciente de su propia pecaminosidad. (3:1-12) 

    El Anticristo (18, 22; 4:3; 2Juan 7).  La palabra no aparece en ninguna otra parte de la Biblia. Comúnmente se le identifica con el "hombre de pecado" de 2 Tes 2, y con la "bestia" de Apoc 13.  Pero la Biblia misma no hace esta identificación. El lenguaje implica que se les había enseñado a los lectores de Juan, a que esperaran a un anticristo en relación con los últimos días de la era cristiana. Sin embargo, él aplica la palabra, no a una sola persona sino al grupo entero de los maestros anticristianos (v. 18; 4:3). La idea del N.T parece ser que la apostasía se presentaría dentro del cristianismo, se manifestaría de muchas maneras, y por fin culminaría en una sola persona o institución, o ambos.       


Capítulo 3. LA JUSTICIA. EL AMOR


    La justicia (1-12). Este capítulo contiene expresiones muy fuertes acerca del pecado. "El que peca, no Le conoce"; "el que hace pecado, es del diablo"; "todo aquel que es nacido de Dios, no hace pecado" (6, 8, 9). Sin embargo, en el capítulo 1:8, 10, Juan acaba de decir que "si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos", y "si decimos que no hemos pecado, hacemos a Dios mentiroso". ¿Cómo explicaremos estas paradojas?
  1. Hay una diferencia entre el pecado habitual voluntarioso y los pecados de debilidad. Es en gran parte asunto de la naturaleza interior. Una águila podrá meter sus alas en el fango, y sin embargo ser águila.
  2. Hay una diferencia entro lo absoluto y lo relativo. Comparados con Dios, somos pecadores. Comparándose con las normas humanas comunes, hay una diferencia bien marcada entre el justo y el malvado, aun cuando el justo no esté sin pecado.
  3. Juan puede haber tenido en mente ciertos maestros herejes quienes, a la vez que decían tener una comunión superior con Dios, se revolcaban en la inmundicia de la inmoralidad así como Jezabel de Tiatira (Apoc 2:20)  
    El amor (3:13-24). La nota dominante de esta Epístola es el amor. "El amos es de Dios." "Dios es amor." "El que permanece en amor, permanece en Dios"; "El que ama conoce a Dios." "El que no ama, no conoce a Dios"; "El que no ama permanece en muerte"; "El que aborrece a su hermano es homicida"; "Si alguno dice: Amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso"; "Sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos"; "El que no ama a su hermano a quien  ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?" "El que viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare su corazón, ¿cómo puede permanecer el amor de Dios en él?"; "Nosotros le amamos, porque él nos amó primeo"; Amados, amémonos los unos a los otros"; "El amor echa fuera el temor". El amor no riñe con las virtudes varoniles. Juan el apóstol del amor era muy hombre.  


Capítulo4.  LOS FALSOS PROFETAS. EL AMOR


    "Probad los Espíritus" (1-6). ¿Qué significa esto? En la era apostólica había dones especiales del Espíritu Santo (1 Cor. 12), y también había falsas pretensiones de tener tales dones. La prueba de su legitimidad era el contenido de su mensaje - si reconocía la deidad de Cristo.   

    El amor (7-21). Juan vuelve a su tema favorito. Una de las historias que se cuentan de Juan es, que cuando ya era demasiado anciano y débil para poder caminar, se le llevaba a la iglesia. Cuando hablaba, siempre decía: "Hijitos, amaos los unos a los otros." Cuando se le preguntó por qué siempre repetía estas palabras, contestaba, "Es el mandamiento del Señor, y cuando se obedece este solo mandamiento, se ha hecho todo. " 

    "Mentiroso" (20). El apóstol del amor era hombre de palabras muy claras. "El que dice: Amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso." "Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos." "El que dice: Yo le conozco, y no guarda Sus mandamientos, es mentiroso." "¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo?" Tales personas niegan las verdades eternas de la existencia. 


Capítulo 5. LA SEGURIDAD


    Sabemos que Tenemos la Vida Eterna (1-21). "Sabemos" es una de las palabras claves de esta Epístola. "Le conocemos." "Sabemos que estamos en El." "Sabemos que seremos semejantes a El." "Sabemos que hemos pasado de muerte a vida." "Sabemos que somos de la verdad." "Sabemos que El mora en nosotros." "Sabemos que permanecemos en El." "Conocemos el amor que Dios tiene en nosotros." "Sabemos  que El nos oye." "Sabemos que somos de Dios." "Os he escrito para que sepáis que tenéis vida eterna." Puede ser que haya hecho énfasis especial en la palabra a causa del gnosticismo reinante, cuya palabra predilecta era el "conocimiento." En sus sueños de cosas de que eran ignorantes, "sabían" tantas cosas que era verdad. Juan repite una y otra vez algunas de las cosas que el cristiano sí sabe, y que son verdad.  

    La Vida Eterna (13). Esta palabra se emplea repetidamente en el Evangelio de Juan. Comienza esta vida cuando la persona se hace cristiana, y jamás termina. Es vida de naturaleza divina y de duración sin fin. El objeto de esta Epístola era dar la seguridad de que es nuestra. Muchos cristianos se desaniman porque no se sienten seguros de estar salvos. A veces oímos decir que si no sabemos que estamos salvos, no lo estamos. Creemos que esto es un aserto extremista. Es un error el identificar la seguridad con la salvación. Un niño recién nacido apenas sabe que ha nacido; pero ya nació. La seguridad viene con el crecimiento. Creemos que es posible que la fe del cristiano se fortalezca más y más hasta que tenga, cuando menos para sí mismo, la plena seguridad del conocimiento.  

    El Espíritu, el Agua y la Sangre (6-9) Este pasaje misterioso debe de haberlo motivado alguna circunstancia para nosotros desconocida, la cual lo hacía significativo cuando se escribió. Ya que la epístola provino de una atmósfera de negación de la Encarnación, puede aludir al hecho de que Jesús fue realmente bautizado, en cuya ocasión el Espíritu habló en alta voz; y realmente murió.
 
 

Diccionario

 
JUAN, EPÍSTOLAS DE Autor y fecha. Estas tres cartas fueron escritas por el apóstol Juan. En la primera, no aparece su nombre en la introducción. En las dos últimas se identifica como “el anciano” (2 Jn. 1; 3 Jn. 1). Aunque en las obras de los primeros escritores cristianos aparecen expresiones que, sin ser citas exactas, pudieron ser tomadas de 1 Jn., el primero que cita esta epístola es Papías, a mediados del siglo II. Ireneo, obispo de Lyon (130–200 d.C.), da testimonio de que tanto 1 Jn., como 2 Jn. y el cuarto Evangelio eran obras de Juan, el apóstol. Lo mismo dice el Fragmento Muratoniano ( •Canon del NT).
Algunos discuten por qué el autor de las últimas dos cartas se llama a sí mismo “el anciano”. Esto ha dado pie a una polémica sobre la posible existencia de otro Juan, llamado “el anciano” o “el presbítero”. La confusión surgió de unas líneas escritas por Papías que dan la apariencia de que existieron dos llamados Juan, uno el apóstol y otro, el anciano. Algunos, entonces, llegan incluso a decir que este “anciano” es el autor del cuarto Evangelio. Sin embargo, la evidencia en cuanto a que hubo dos llamados Juan es muy pobre. El apóstol Juan, escribiendo ya muy viejo, bien podía llamarse a sí mismo “el anciano”. Por lo cual, no existen razones para negar la autoría juanina de estas epístolas, tal como lo ha creído la Iglesia desde muy antiguo.
Relación con el cuarto Evangelio. La relación entre estas epístolas y el Evangelio de Juan puede observarse al constatar que el estilo y los temas son muy parecidos. La costumbre hebrea de establecer paralelismos aparece a cada rato. Se contrasta el amor y el odio, la luz con las tinieblas, la verdad y la falsedad, la vida y la muerte, etcétera. También se habla de los hijos de Dios y los hijos del diablo, los que tienen vida y los que no la tienen, los que son del mundo y los que no lo son... Pero también se ha señalado que hay una gran cantidad de palabras (unas 813) que aparecen en el Evangelio pero están ausentes de las cartas.
Características. Estas cartas tienen un carácter pastoral y, al mismo tiempo, polémico. El deseo de Juan es, por un lado, proteger a sus “hijitos” y, por el otro, refutar las malas enseñanzas que intentaban confundirles. El principal problema era cristológico. Juan advierte contra los “falsos profetas [que] han salido por el mundo”, diciendo: “En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios” (1 Jn. 4:1–3). “Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo” (2 Jn. 7).
Como se menciona en el artículo sobre el cuarto Evangelio, “la tradición señala que el apóstol tenía muy en cuenta las enseñanzas de Cerinto, un hereje que, al parecer, mezclaba especulaciones de los ebionitas, con elementos de lo que luego sería el gnosticismo. Los ebionitas negaban la existencia del Señor Jesús, antes de nacer de María. Por eso Juan registra detalladamente la discusión con los judíos (Jn. 8:46–59), que termina diciendo: `De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy’. El apóstol toma también en consideración la herejía docetista. Esta alegaba que la humanidad del Señor sólo había sido aparente. Esto explica el énfasis de Juan al hablar de que `el Verbo fue hecho carne’ (Jn. 1:14). Hay que notar en este Evangelio el empeño en subrayar la condición del Señor como Hijo del Hombre. Juan desea que sus lectores entiendan que el Hijo de Dios se hizo Hijo del Hombre, pues sólo así era posible obtener una expiación por los pecados del mundo, a través de su verdadera muerte y verdadera resurrección.”
Primera de Juan. Desarrollo. El apóstol enfatiza que habla de cosas que había experimentado de manera directa (“lo que hemos visto ... contemplado, y palparon nuestras manos”). Fue una experiencia física, pero lo que se manifestó fue “la vida eterna”. Eso es el anuncio, lo que predica. “Dios es luz”. No se puede tener comunión con él si estamos en pecado. Pero si lo confesamos, “él es fiel y justo para perdonar” (1 Jn. 1:1–10).
Cristo es “la propiciación por nuestros pecados”. Conocer a Dios es guardar sus mandamientos. El que dice que está en luz, debe amar a su hermano. Juan se dirige a sus “hijitos” de todas las edades. Les dice que no deben amar al mundo, pues lo que hay en él, “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida”, no provienen del Padre. Una señal de los últimos tiempos es la apostasía de algunos. El que niega “que Jesús es el Cristo”es un mentiroso. Son personas “que os engañan”. El apóstol anima a sus “hijitos” a perseverar (1 Jn. 2:1–29).
Comienza entonces a exponer sobre el amor. El amor del Padre se ha manifestado en “que seamos llamados hijos de Dios”. Tenemos la esperanza de ser como Cristo. Eso debe conducirnos a la purificación. “Todo aquel que permanece en él no peca”, pero “el que practica el pecado es del diablo”. El mensaje que hemos recibido es “que nos amemos los unos a los otros”, pues “el que aborrece a su hermano es homicida”. “Pero el que tiene bienes de este mundo” y no ayuda al hermano pobre “¿cómo mora el amor de Dios en él?” Guardar los mandamientos de Dios es “que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado” (1 Jn. 3:1–24).
Los hermanos no deben creer “a todo espíritu”. Si alguien no confiesa la encarnación del Señor Jesús, no es de Dios. “Nosotros somos de Dios”. Insiste en que nos amemos unos a otros, porque “el que no ama, no ha conocido a Dios”. El amor de Dios consiste en que envió a su Hijo “en propiciación por nuestros pecados”. “El que ama a Dios, ame también a su hermano” (1 Jn. 4:1–21).
La fe de los cristianos ha vencido al mundo. “¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”. Sabemos que podemos orar, pues él nos oye. “Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”. Juan anima a cuidar de los que habían caído en pecado “que no sea de muerte”, orando por ellos. Finalmente, ratifica que “sabemos que el Hijo de Dios ha venido al mundo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. Hijitos, guardaos de los ídolos” (1 Jn. 5:1–21).
Segunda de Juan. Desarrollo. El tema de 1 Juan se repite, más resumido, en esta carta. Su propósito parece que estuvo relacionado con la hospitalidad que debía darse a los evangelistas, maestros o misioneros que viajaban constantemente entre las iglesias. El apóstol, comienza declarando su gozo por la perseverancia en la fe de la “señora elegida” y sus hijos. Muchos piensan que esos términos, “señora elegida”, son una especie de personificación de una iglesia y que, por lo tanto, la carta no fue dirigida a una dama. Le advierte el apóstol contra “los engañadores” que “han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne”. Les anima a perseverar “en la doctrina de Cristo”. “Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido!”, para no participar “en sus malas obras”. Luego se despide indicando que piensa visitarles pronto (2 Jn 1–13).
Tercera de Juan. Desarrollo. La carta a •Gayo también está relacionada con la hospitalidad que debía darse a los evangelistas, maestros o misioneros que viajaban constantemente entre las iglesias. Pero mientras en 2 Jn. se advierte contra los falsos maestros y engañadores, en 3 Jn. se felicita a Gayo por su hospitalidad con los siervos verdaderos (“... fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos”). Los misioneros salían “por amor al nombre de El, sin aceptar nada de los gentiles”. Los hermanos deben “acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad”. La excepción, muy negativa, la constituye •Diótrefes,“al que le gusta tener el primer lugar” y se negaba a recibir a los hermanos. Incluso “a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia”. En cambio, “todos dan testimonio de Demetrio”. El apóstol le anuncia que espera verle “en breve” para hablar “cara a cara”. Pide que salude a los amigos, “a cada uno en particular” (3 Jn. 1–15).
Lockward, A. (2003). Nuevo diccionario de la Biblia. (607). Miami: Editorial Unilit.

 
Palabras Claves 1Jn

Comunión / permanecer / pecado / saber (conocer) /amor / nacido de Dios / Escribir / Luz / Verdad / diablo (RV 1960)

Comunión

1 Juan 1:3
lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis COMUNIÓN con nosotros; y nuestra 
 COMUNIÓN  verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 
1 Juan 1:6
Si decimos que tenemos 
 COMUNIÓN  con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; 
1 Juan 1:7
pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos 
 COMUNIÓN  unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 

Permanecer

1 Juan 2:6
El que dice que PERMANECE en él, debe andar como él anduvo. 
1 Juan 2:10
El que ama a su hermano, PERMANECE en la luz, y en él no hay tropiezo. 
1 Juan 2:14
Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de DiosPERMANECE en vosotros, y habéis vencido al maligno. 
1 Juan 2:17
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios PERMANECE para siempre. 
1 Juan 2:24
Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principioPERMANECE en vosotros, también vosotros PERMANECERÉIS en el Hijo y en el Padre. 
1 Juan 2:27
Pero la unción que vosotros recibisteis de él PERMANECEN vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, PERMANECED en él. 
1 Juan 2:28
Y ahora, hijitos, PERMANECED en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. 
1 Juan 3:6
Todo aquel que PERMANECE en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 
1 Juan 3:9
Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios PERMANECE en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 
1 Juan 3:14
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, PERMANECE en muerte. 
1 Juan 3:24
Y el que guarda sus mandamientos, PERMANECE en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él PERMANECE en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. 
1 Juan 4:12
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios PERMANECE en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 
1 Juan 4:13
En esto conocemos que PERMANECEMOS en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 
1 Juan 4:15
Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, DiosPERMANECE en él, y él en Dios. 
1 Juan 4:16
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que PERMANECE en amor, PERMANECE en Dios, y Dios en él. 

Pecado 

1 Juan 3:4
Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el PECADO es infracción de la ley. 
1 Juan 3:5
Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay PECADO en él. 
1 Juan 3:8
El que practica el PECADO es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 
1 Juan 5:16
Si alguno viere a su hermano cometer PECADO que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen PECADO que no sea de muerte. HayPECADO de muerte, por el cual yo no digo que se pida. 
1 Juan 5:17
Toda injusticia es pecado; pero hay PECADO no de muerte. 

Saber (Conocer)

1 Juan 2:3
Y en esto SABEMOS que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.  
1 Juan 2:5
pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto SABEMOS que estamos en él.
1 Juan 2:11
Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no SABE a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos. 
1 Juan 2:13
Os escribo a vosotros, padres, porque CONOCÉIS al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis CONOCIDO al Padre.  
1 Juan 2:18
Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto CONOCEMOS que es el último tiempo.  
1 Juan 2:20
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y CONOCÉIS todas las cosas.  
1 Juan 2:21
No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la CONOCÉIS , y porque ninguna mentira procede de la verdad.  
1 Juan 2:29
Si sabéis que él es justo, SABED también que todo el que hace justicia es nacido de él. 
1 Juan 3:1
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos CONOCE, porque no le conoció a él.  
1 Juan 3:2
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero SABEMOS que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 
1 Juan 3:5
SABÉIS que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. 
1 Juan 3:14
Nosotros SABEMOS que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. 
1 Juan 3:15
Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y SABÉIS que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 
1 Juan 3:19
Y en esto CONOCEMOS que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él;  
1 Juan 3:20
pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él SABE todas las cosas.  
1 Juan 3:24
Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto SABEMOS que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. 
1 Juan 4:2
En esto CONOCEd el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 
1 Juan 4:6
Nosotros somos de Dios; el que CONOCE a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto CONOCEMOS el espíritu de verdad y el espíritu de error. 
1 Juan 4:7
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y CONOCE a Dios. 
1 Juan 4:13
En esto CONOCEMOS que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 
1 Juan 5:2
En esto CONOCEMOS que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 
1 Juan 5:15
Y si SABEMOS que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, SABEMOS que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. 
1 Juan 5:18
SABEMOS que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca. 
1 Juan 5:19
SABEMOS que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. 
1 Juan 5:20
Pero SABEMOS que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para CONOCER al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. 

Amor

1 Juan 2:5
pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el AMOR de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 
1 Juan 2:10
El que AMA a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.  
1 Juan 2:15
No AMÉIS al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el AMOR del Padre no está en él. 
1 Juan 3:1
Mirad cuál AMOR nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 
1 Juan 3:10
En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no AMA a su hermano, no es de Dios.  
1 Juan 3:14
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no AMA a su hermano, permanece en muerte.  
1 Juan 3:16
En esto hemos conocido el AMOR, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 
1 Juan 3:17
Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el AMOR de Dios en él? 
1 Juan 4:7
Amados, amémonos unos a otros; porque el AMOR es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 
1 Juan 4:8
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es AMOR. 
1 Juan 4:9
En esto se mostró el AMOR de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 
1 Juan 4:10
En esto consiste el AMOR: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 
1 Juan 4:12
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su AMOR se ha perfeccionado en nosotros. 
1 Juan 4:16
Y nosotros hemos conocido y creído el AMOR que Dios tiene para con nosotros. Dios es AMOR; y el que permanece en AMOR, permanece en Dios, y Dios en él. 
1 Juan 4:17
En esto se ha perfeccionado el AMOR en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 
1 Juan 4:18
En el AMOR no hay temor, sino que el perfecto AMOR echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el AMOR. 
1 Juan 4:20
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no AMA a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?  
1 Juan 4:21
Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que AMA a Dios, ame también a su hermano. 
1 Juan 5:1
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que AMA al que engendró, AMA también al que ha sido engendrado por él. 
1 Juan 5:3
Pues este es el AMOR a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 


Nacido de Dios

1 Juan 3:9
Todo aquel que es NACIDO DE DIOS, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es NACIDO DE DIOS. 
1 Juan 4:7
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es NACIDO DE DIOS, y conoce a Dios. 
1 Juan 5:1
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es NACIDO DE DIOS; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. 
1 Juan 5:4
Porque todo lo que es NACIDO DE DIOS vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 
1 Juan 5:18
Sabemos que todo aquel que ha NACIDO DE DIOS, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca. 


Escribir 

1 Juan 2:14
Os he ESCRITO a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he ESCRITO a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. 
1 Juan 2:21
No os he ESCRITO como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad. 
1 Juan 2:26
Os he ESCRITO esto sobre los que os engañan. 
1 Juan 5:13
Estas cosas os he ESCRITO a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. 

Luz

1 Juan 2:8
Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la LUZ verdadera ya alumbra.  

Verdad

1 Juan 1:8
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la VERDAD no está en nosotros. 
1 Juan 2:4
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la VERDAD no está en él; 
1 Juan 4:6
Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de VERDAD y el espíritu de error. 


Diablo

1 Juan 3:8
El que practica el pecado es del DIABLO; porque el DIABLO peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del DIABLO. 
1 Juan 3:10
En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del DIABLO: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 

Vista Panorámica de 1 Juan

Los lectores son descritos de varias maneras interesantes a través de esta primera carta del apóstol Juan. Ellos ya eran creyentes (2:19; 3:1; 5:13) en la familia de Dios (2:12–14). Conocían la verdad espiritual (2:21), aunque algunos maestros falsos habían salido de entre ellos (2:18–19). Estaban en peligro de amar el mundo (2:15–17) y de ser indiferentes a otros cristianos necesitados (3:15–18). Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C, Juan tuvo un ministerio extenso en Efeso y era responsable de las iglesias en otras ciudades de Asia Menor (Ap 2–3). Puesto que él no hace referencia a la terrible persecución bajo el emperador Diocleciano en el 95 d.C, la carta se escribió probablemente desde Efeso entre el 89–91 d.C. Fue enviada a varias iglesias por las que el apóstol tenía mucha preocupación.
El apóstol Juan consideraba que los incrédulos no debían estar en la familia de Dios; así que él acentúa la doctrina de la regeneración (el nuevo nacimiento). El desea que sus lectores estén seguros de que ellos realmente están en la familia de Dios, por eso en la primera parte de la carta él resume varias confirmaciones del nuevo nacimiento (1:1–2:29). La relación de los creyentes con Cristo es mencionada (1:1–2:6), lo que implica la vida eterna (1:1–4), también la genuina comunión (1:5–10), la defensa justa por Cristo (2:1–2) y la obediencia a sus mandamientos (2:3–6). La relación de los creyentes con otros hijos de Dios (2:7–14), con sus enemigos (2:15–27) y con las cosas que El ha preparado para los creyentes eternamente (2:28–29), se muestran como confirmaciones claves de haber nacido en la familia de Dios.
Una vez que el nacimiento es confirmado, la conducta dentro de la familia de Dios necesita ser descrita (3:1–5:21). La enseñanza práctica que Juan da en la última parte de su carta se expresa en términos de la naturaleza de Dios (3:1–24), su amor (4:1–21) y sus certezas (5:1–21), que deben expresarse por el creyente en su vida diaria. Estos aspectos de la vida del cristiano sirven como un testigo poderoso a la autenticidad de la fe cristiana.
Anticristos (2:18), mentirosos (2:22), hijos del diablo (3:10) y falsos profetas (4:1) unieron sus fuerzas en Asia Menor para engañar a los cristianos y alejarlos de la verdad (2:26; 4:6). Juan testifica de la realidad del cuerpo físico de Cristo (1:1–4) para contrarrestar la enseñanza del docetismo, que niega que Dios pudiera tomar forma humana (4:2–3). Cerinto, un maestro falso, enseñó que “Cristo” descendió sobre Jesús en su bautismo y lo abandonó antes de su muerte, lo cual es otro error expuesto por Juan (5:6). Estos aspectos del gnosticismo incipiente eran típicos en las enseñanzas erróneas, y el escritor de esta carta los confronta.
El último testigo ocular sobreviviente de la vida terrenal de Jesús, el discípulo a quien El amó (Juan 21:20, 24), menciona el amor más de cincuenta veces en esta breve carta. Ciertamente la mejor defensa contra la idolatría en la vida del creyente (5:21) es saber cuánto le afecta esto a Dios, cuyo amor insuperable el idólatra desprecia.
Hernández, E. A., & Lockman Foundation (La Habra, C. (2003). Biblia de estudio : LBLA. (1 Jn). La Habra, CA: Editorial Funacion, Casa Editoral para La Fundacion Biblica Lockman.


Conexiones 

    Uno de los pasajes más citados respecto al pecado, se encuentra en 1 Juan 2:16. En este pasaje, Juan describe los tres aspectos del pecado que recuerdan las primeras y más mundialmente destructoras tentaciones en toda la Escritura. El primer pecado –la desobediencia de Eva—fue el resultado de su rendición ante las mismas tres tentaciones como lo encontramos en Génesis 3:6: los deseos de la carne (“bueno para comer”); los deseos de los ojos (“agradable a los ojos”); y la vanagloria de la vida (“codiciable para alcanzar la sabiduría”).

 

Extras de 1 Juan

  
 
 
 

 "Después de explorar a través de la Primera Epístola de Juan de esta manera, se puede apreciar mejor los énfasis especiales de Juan al relatar la historia de Cristo en su Evangelio, esto también debe hacer que la lectura de la Segunda Epístola de Juan tenga más sentido. Toda la historia bíblica se sostiene o cae por el amor de Dios manifestado por su entrada a nuestro mundo de carne y sangre, y muriendo por nosotros para redimirnos".

 
 
 
 
 
 
 


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