Información de SANTIAGO

MÉTODO CRITICO
1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL  LIBRO? Santiago

2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 44-45 d.C.

3) ¿A QUIEN FUE ESCRITO?  a las doce tribus de Israel

4) ¿DE DONDE FUE ESCRITO? Jerusalén


MÉTODO  HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO  HISTÓRICO DEL LIBRO?
- Santiago, junto con las epístolas de Pedro, Juan, y Judas, forma parte de las llamadas epístolas generales, debido a que no están dirigidas a ninguna iglesia cristiana en general. La carta contiene muy poca doctrina. Sé conectar en la moral, la ética, y en la demostración practica de la fe personal.
-Santiago pastor de la iglesia de Jerusalén por  30 años, trabajando con el pueblo Judío, escribe a los Judíos esparcidos por varias regiones. Y ya se estaban saliendo de la gracia, para mas gracia, dependiendo demasiado de la fe, olvidando las obras de la fe.

BEI. Todo había cambiado radicalmente desde aquel día en que Santiago le dijo a su medio hermano lo que debía hacer si quería que todos lo conocieran. Falto de fe, y seguro de que Jesús no era mas que su hermano mayor, Santiago le había sugerido a Jesús que se llevara a sus discípulos y que subiera a la fiesta de los tabernáculos para realizar allí sus obras. Tal vez Jesús hubiera encontrado allí mas discípulos, pero Santiago no habría de contarse entre ellos hasta que Jesús resucitara de entre los muertos (1 Co 15:7).  Convencido a partir de entonces de que Jesús era el Cristo, Santiago no volvería a insistir en su relación de parentesco con Jesús sino en su relación espiritual como siervo suyo. Santiago llego a ser columna de la iglesia, líder del concilio de Jerusalén, y amigo de Pedro y de Pablo. Más importante aun, era amigo de Jesús, con quien había hecho un pacto y por quien habría de ser martirizado hacia el año 62 d.C. Antes del 50 d.C., o a principios de esa década, Santiago escribía su única carta que llegaría a formar parte de las Sagradas Escrituras, una carta que mostraría la esencia del evangelio desde un punto de vista practico.

2) ¿SI ES UNA EPÍSTOLA CUANDO FUE FUNDADA LA IGLESIA?  No esta dirigida a una iglesia en particular

3) ¿DE QUIEN ESTA COMPUESTA LA IGLESIA? X

4) ¿CUALES SON SUS FUERZAS Y SUS DEBILIDADES?  Fuerzas, salieron de la ley / Debilidad, nada de obras, falta de carácter cristiano.


MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUE GENERO DE LITERATURA ES EL LIBRO?  Algo de diatriba, y Epistolatoria.

MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Tiene varios temas, dirigidos a llevar una vida cristiana, exhortaciones, dirigidas al carácter

2) ¿CUÁL  FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? La razón fue, por causa de que los cristianos Judíos dependían demasiado de la fe, y no tocaban nada de la practica (obras de fe). Y Santiago escribe por esta razón, y para corregir algunos detalles relacionados. Escrita a los Judíos esparcidos. Pareciera que están en la tentación de querer enriquecerse.

PALABRAS CLAVE DE SANTIAGO (RV1960) hermanos, fe, perfecto (perfeccionarse), decir, juez (juzgar, juicio), obras, condenado (condenación), lengua, ley.

TEMAS: Fe y obras, pruebas y tentación, ricos y pobres, la lengua, paciencia.

RECIPIENTES: Creyentes en Cristo entre los judíos de la diáspora. 

OCASIÓN: Desconocida, pero el tratado muestra preocupación por las verdaderas condiciones de las iglesias, incluyendo severas pruebas, disensiones causadas por el enojo y palabras de juicio, y abuso de los poderes por parte de los ricos.

ÉNFASIS: Fe práctica por parte de los creyentes; gozo y paciencia en medio de las pruebas; la naturaleza de  la verdadera sabiduría (cristiana); actitudes de los ricos hacia los pobres; abuso de la lengua y uso apropiado de ella. 
 
 

Estructura de Santiago

Titulo: “Principios Prácticos para la Fe”
Versículo Clave: “Así también la fe si no tienes obras esta muerta en si misma”
1:1 Santiago a las 12 Tribus

PRUEBAS 
HACEDORES
DE
LA PALABRA
1:2 Hermanos míos
1:5 Falta  de Sabiduría
1:9 El de humilde condición
1:12 El que soporta la tentación
1:16 Hermanos no erréis
1:19 Pronto para oír
1:22 Hacedores de la Palabra
1:26 Si alguno se cree religioso
2:1 Sin acepción de Personas
FAVORITISMO FE Y OBRAS
2:8 Si cumplís la  ley real
2:14 ¿Podrá la ley salvarle?
2:18 Tu tienes fe yo obras
3:1 No os hagáis maestros

LA LENGUA Y EL MUNDO
3:6 La lengua un fuego
3:13 Sabio y entendido entre vosotros
4:1 ¿De donde guerras y pleitos?
4:11 No murmuréis
4:13 Los que decís
5: 1 ¡Vamos ahora ricos!
 
RICOS PACIENCIA Y ORACIÓN
 
5:7 Tened paciencia
5:12 No juréis
5:13 ¿Alguno afligido?
5:19 Alguno Extraviado
 

Autor y fecha


    De los cuatro hombres que se llaman Santiago en el NT, solo dos son candidatos para ser los autores de esta epístola. Nadie ha considerado seriamente a Jacobo el menor hijo de Alfeo (Mt 10:3; Hch 1:13), o Jacobo el padre de Judas, no Iscariote (Lc 6:16; Hch 1:13). Algunos han sugerido a Jacobo el hijo de Zebedeo y hermano de Juan (Mt 4:21), pero él fue martirizado demasiado pronto para haberla escrito (Hch 12:2). Eso únicamente deja a Jacobo (Santiago) el medio hermano más grande de Cristo (Marcos 6:3) y hermano de Judas (Mt 13:55), quien también escribió la epístola que lleva su nombre (Judas 1). Inicialmente Santiago había rechazado a Jesús como Mesías (Jn 7:5), pero más adelante creyó (1 Co 15:7). El se volvió el líder clave en la iglesia de Jerusalén (Hch 12:17; 15:13; 21:18; Gá 2:12), siendo llamado una de las "columnas" de esa iglesia, junto con Pedro y Juan (Gá 2:9). También conocido como Santiago el justo por su devoción a la justicia, él fue martirizado 62 d.C., de acuerdo al historiador judío del primer siglo Josefo. Comparando el vocabulario de Santiago en la carta que se escribió la cual está registrada en Hechos 15 con el que se encuentra en la epístola de Santiago corrobora el hecho de que fue el autor de esta epístola.   




Contexto Histórico de Santiago

    Los destinatarios de este libro eran creyentes judíos que habían sido dispersados (1:1), posiblemente como resultado del martirio de Esteban (Hch 7, 31-34 d.C.), pero lo más probable es que se debió a la persecución bajo Herodes Agripa I (Hch 12, 44 d.C.). El autor se refiere a su audiencia como a “hermanos” quince veces (1:2, 16, 19; 2:1, 5, 14; 3:1, 10, 12; 4:11: 5:7, 9, 10, 12, 19), el cual era un epíteto común entre los judíos del primer siglo. No es sorprendente, entonces, que Santiago es judío en su contenido. Por ejemplo, la palabra griega traducida “congregación” (2:2) es la palabra para “sinagoga”. Además, Santiago contiene más de cuarenta referencias al AT (y más de veinte al Sermón del Monte, Mt 5-7). 
  


Imperativos en Santiago

 
1:2 Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas.
1:5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios.
1:6  Pero pida con fe
1:19 Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.
1:22 Pero sed hacedores de la palabra
2:1 que vuestra fe sea sin acepción de personas.
2:12 Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
3:1 Hermanos míos no os hagáis maestros.
4:7 Someteos, pues a Dios …..purificad vuestros corazones
4:11 no murmuréis
4:12 ¿Quien eres par que juzgues a otro? 
5:7 tened paciencia. Y afirmad vuestros corazones.
5:9 no os quejéis
5:10 tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas
5:12 no juréis
5:13 haga oración…cante alabanzas…. llame a los ancianos.. y oren por él.
5:16 confesaos vuestras ofensas…y orad.
 
 

Características Distintivas de Santiago


1.        Su inequívoca naturaleza Judía.
2.        Su énfasis en la conducta cristiana, caracterizada por las buenas obras y la fe que obra (la fe genuina debe estar y estará acompañada por un estilo de vida consecuente)
3.        Su organización sencilla.
4.        Su familiaridad con las enseñanzas de Jesús presentadas en el Sermón del Monte, del cual hay ecos a lo largo de la carta. (2:5 con Mt 5:3 – 3:10 con Mt 7:15-20 – 3:18 con Mt 5:9 – 5:2-3 con Mt 6:19-20 – 5:12 con Mt 5:33-37).
5.        Su similitud con los escritos de sabiduría del AT como Proverbios. Cabe señalar, sin embargo, que en contraste con el libro de Proverbios, a lo largo de esta carta hay conexiones literales que hacen de ella suerte de “carta de ensayo” que la asemeja a ciertos escritos antiguos de autores tales como Séneca y Plinio.
6.        Su excelente griego. Hay quienes sobre esta base han puesto en tela de juicio que el autor sea el hermano de Jesús. La objeción, sin embargo, es débil, en vista de la amplia difusión del idioma y la cultura griega en la Palestina.      
 
  
 

Retos de Interpretación

 
  •  Por lo menos dos textos significativos retan el intérprete:
  1. En el 2:14-26, ¿cuál es la relación entre la fe y las obras? ¿Contradice el énfasis de Santiago en las obras el enfoque de Pablo en la fe?
  2. En el 5:13-18, ¿las promesas de sanidad se refieren a la esfera espiritual o física? 
 
 
 

Temas históricos y teológicos

 
  •  Santiago, con su devoción a afirmaciones directas y penetrantes acerca de la vida sabia, nos recuerda el libro de Proverbios. Tiene un énfasis práctico, que destaca no el conocimiento teórico, sino la conducta piadosa. Santiago escribió con un deseo pasional porque sus lectores fueran obedientes sin reserva alguna a la Palabra de Dios. Él usó por lo menos treinta referencias a la naturaleza (algunas "onda del mar" 1:6; "serpiente" 3:7; y "el cielo dio lluvia" 5:18), como es apropiado de uno que pasó una gran cantidad de tiempo fuera. El complementa el énfasis de Pablo de la justificación por la fe con su propio énfasis en el fruto espiritual demostrando fe verdadera.
Estudiando Santiago
 
  1. Lea de corrido toda la Epístola de Santiago para familiarizarse con ella. Su estructura es muy distinta. Una vez reconozca el patrón literario de la carta, entenderá mejor el hilo que lleva.
    1. En primer lugar, Santiago presentas sus temas mediante una declaración o una instrucción. Por ejemplo, en 1:2 nos aconseja considerarnos dichosos cuando enfrentamos pruebas.
    2. Después por lo general da más instrucciones con relación a algún tema específico, o da un ejemplo que tiene que ver con el tema, o se detiene a explicarlo.
  2. En una segunda lectura de toda la carta, marque en el texto las palabras clave, junto con sus sinónimos y formas pronominales. Recuerde que las palabras clave le ayudan a descubrir los temas del libro.
    1. Marque en al capitulo 2 todos los casos en que aparezca el verbo decir (con sus diferentes inflexiones) y el sustantivo obras.
    2. En el capitulo 3 no deje de marcar lengua y sus formas pronominales.
    3. Si encuentra otras palabras clave, márquelas, junto con gracia y las alusiones al diablo, como ha estado haciéndolo a lo largo de la Biblia.
  3. Lea toda la carta capitulo por capitulo, atendiendo al siguiente patrón:
    1. En las hojas de trabajo tituladas Estudio Temático de Santiago, haga una lista de los temas presentados por el autor, junto con el capitulo y el versículo de donde saco la información.
    2. A continuación, anote en la columna correspondiente las instrucciones e ilustraciones o explicaciones que dé el autor con relación a algún tema específico.
  4. Luego de anotar los asuntos mencionados en los capítulos, resuma el tema de cada capítulo y anótelo en la hoja Capítulos de Santiago.
  5. Por último, busque el tema general de Santiago. Partiendo de la información acumulada, vea si hay un tema que sobresale, o si los asuntos que trata tienen un tema en común. Él tema predominante, o común a todos, será el tema general de la carta, que apunta a las razones del autor para escribirla. Anote ese tema y llene el resto de la información en Capítulos de Santiago.   
 
UN LLAMADO A LA APLICACIÓN:
1.      ¿Cómo está afrontando usted las pruebas en su vida?
2.      ¿Es usted un hacedor de la Palabra, o apenas un oidor?
3.      ¿Trata usted a todo el mundo de una manera imparcial? ¿Hace acepción de personas?
4.      ¿Son las obras que usted hace un reflejo de su fe?
5.      ¿Es usted amigo del mundo?
 

APLICACIÓN FINAL DE SANTIAGO
    1. ¿Cuales son las verdades básicas de Santiago?
    2. ¿Cómo se aplican estas verdades a mi vida?
    3. ¿En vista de estas verdades, que cambios deberían hacer en mi vida?
    4. ¿Cómo pienso llevar a cabo estos cambios?
    5. ¿Cuál será mi oración personal referente a esta verdad, y los cambios que debería efectuar en mi vida?

 
APLICACIÓN PRÁCTICA
    Vemos en el libro de Santiago un reto para los fieles seguidores de Jesucristo de no solo “hablar de ello,” sino “caminar en ello.” Mientras que nuestro caminar en la fe, para que sea verdadero requiere de un crecimiento y conocimiento de la Palabra, Santiago nos exhorta a no detenernos allí. Muchos cristianos encontrarán esta epístola desafiante mientras Santiago presenta 60 obligaciones en solo 108 versos. Él se enfoca en las verdades de las palabras de Jesús en el Sermón del Monte, y nos motiva a actuar sobre lo que Él enseñó.

La epístola también descarta la idea de que uno puede convertirse en un cristiano y sin embargo continuar viviendo en pecado, sin exhibir el fruto de justicia. Tal “fe,” declara Santiago, es compartida por los demonios quienes “creen y tiemblan” (Santiago 2:19). Sin embargo tal “fe” no puede salvar, porque no está respaldada por las obras que siempre acompañan a la verdadera fe salvadora (Efesios 2:10). Las buenas obras no son la causa de la salvación, sino que son el resultado de ella.

 

El Tiempo de Santiago

  • ca. 30 d.C. El Señor Jesús resucitado aparece a su hermano Jacobo.
  • ca. 44 d.C. Se menciona a Jacobo en el rol de líder de la iglesia.
  • ca. 46 d.C. Fecha aproximada en que se escribe Santiago.
  • ca. 50 d.C. Santiago dirige el concilio de Jerusalén.
  • ca. 62 d.C. Ejecución de Jacobo por las autoridades sacerdotales de Jerusalén. 



Bosquejo de Santiago

 Saludos (1:1)
 Pruebas y tentaciones (1:2-18) La prueba de la fe (1:2-12)
 La fuente de la tentación (1:13-18)
 Escuchar y hacer (1:19-27)
 Favoritismo prohibidos (2:1-13)
 La fe y las obras (2:14-26)
 Domesticidad de la lengua (3:1-12)
 Dos clases de sabiduría (3:13-18)
 Advertencia contra la mundanalidad (cap.4)
 
 Las riñas (4:1-3)
 Infidelidad espiritual (4:4)
 El orgullo (4:5-10)
 La calumnia (4:11-12)
 La jactancia (4:13-17)
 Advertencia a los opresores ricos (5:1-6)

Exhortaciones misceláneas
(5:7-20)
 
 Asunto concerniente a la paciencia y el sufrimiento (5:7-11)
 Asunto concerniente a los juramentos (5:12)
 Asunto concerniente a la oración de fe (5:13-18)
 Asunto concerniente a aquellos que se extravían de la verdad (5:19-29)


Palabras claves de Santiago

 SantiagoTotalReferencias
 hermanos15 1:2,16,19 -2:1,5,14 - 3:1,10,12 - 4:11 - 5:7,9,10,12,19
 fe16 1:3,6 - 2:1,5,14(2),17,18(3),20,22(2),24,26 - 5:15
 perfecto (perfeccionarse)2 1:17 - 3:2
 decir (hablar)7 1:19 - 2:14,16,23 - 4:5,6,15
 juez (juzgar, juicio)4 2:13(2) - 4:11 - 5:9
 obras13 2:14,17,18(3),20,21,22(2),24,25,26 - 3:13
 condenado (condenación)3 3:1 - 5:6,12
 lengua7 1:26 - 3:5(2),6(2),8,9
 ley11 1:25 - 2:8,9,10,11,12 - 4:11(4),12
 

Rico o pobre

    En el antiguo Israel, existía la hierba que brotaba de la tierra por la mañana y por la tarde se marchitaba bajo el intenso calor del sol del verano. Santiago compara la inestabilidad de las riquezas con este tipo de hierba, hoy está aquí y mañana muere. En el cuadro siguiente proyecta lo que las Escrituras dicen sobre los ricos.
La visión mundana de las riquezas
La visión de la Palabra acerca de las riquezas
·         El dinero trae libertad
·         El amor por el dinero puede esclavizar y llevar a la destrucción; sólo Cristo trae la verdadera libertad. (1 Ti 6:7-10).
·         El dinero trae seguridad
·         Las riquezas mundanas son muy inseguras, y pasarán rápidamente (1:10). La verdadera seguridad está fundada en el conocimiento y la verdad de Dios (Jer 9:23, 24; 1 Ti 6:17-19).
·         EL dinero es lo más importante
·         Cristo y el Reino de Dios son lo más importante (Mt 6:33; Fil 3:7-10).
·         El dinero es poder
·         El poder viene de estar lleno del Espíritu (Hch 1:8; 3:1-10).
·         El dinero no sólo establece tu riqueza, sino tu valor como persona
·         Tu valor está basado en lo que Dios dice, no en lo que tu cuenta del banco dice (Jn 3:16; Ef 1:3-14).
·         El dinero te hace exitoso
·         El éxito viene del conocer y hacer lo que Dios dice (Jos 1:8).
·         El dinero te da opciones
·         Dios es el único que nos da opciones (Ef 3:20).
·         El dinero trae felicidad
·         La felicidad que el dinero trae es de corta vida. Y en el transcurso del tiempo el dinero puede producir “muchos dolores” (1 Ti 6:10). El gozo viene del conocimiento de Dios (5:1-6; Jn 15:11; 16:24).
·         El dinero es tu recompensa. Ahórralo y gástalo en ti mismo
·         Da tanto como puedas (Mt 6:19-24; Hch 20:35; 2 Co 9:6-11; 1 Ti 6:18).
·         El dinero es tu posesión. Gástalo en lo que desees.
·         Todo lo que tienes es de Dios y Él hace como desea. Eres sólo un administrador de sus posesiones (Sal 24:1; Lc 19:11-27; 2 Co 5:10).




Lectura de Santiago


Datos de Orientación de Santiago
  • Contenido: un tratado compuesto de cortos ensayos morales, que enfatizan la resistencia en las dificultades y en la vida cristiana responsable, con especial interés en que los creyentes practiquen lo que predican y vivan juntos en armonía.
  • Autor: Santiago, hermano de Jesucristo (Gál 1:19), quien dirigió la iglesia en Jerusalén por muchos años (Hech 15; Gál 2:1-13), aunque su autoría es cuestionada por muchos.
  • Fecha: desconocida, fechada en cualquier punto entre el año 40 d.C. hasta los 90, dependiendo de la autoría, probablemente más temprano que más tarde. 
  • Recipientes: creyentes en Cristo entre los judíos de la diáspora. 
  • Ocasión: desconocida, pero el tratado muestra preocupación por las verdaderas condiciones de las iglesias, incluyendo severas pruebas, disensiones causadas por el enojo y palabras de juicio, y abuso de los pobres por parte de los ricos. 
  • Énfasis: fe práctica por parte de los creyentes; gozo y paciencia en medio de las pruebas; la naturaleza de la verdadera sabiduría (cristiana); actitudes de los ricos hacia los pobres; abuso de la lengua y uso apropiado de ella.  

Panorama de la Epístola General de Santiago

    Tradicionalmente, Santiago ha sido leída como una colección sin orden específico de enseñanzas éticas, para creyentes en general. Pero hay probablemente más orden en ella de lo que parece a primera vista. Los intereses principales están delineados en 1:2-18, que básicamente toman la forma de consolación para los creyentes en el exilio: las pruebas pueden servir para experimentar algo positivo (2-4, 12) o para ser tentados por el mal (13-15). La sabiduría es un buen don de Dios para soportar y beneficiarse de las pruebas (5-8, 16-18). A los ojos de Dios la posición baja de los pobres y los ricos es revertida (9-11).

    La siguiente sección (1:19-2:26) esta dividida en tres partes, mantenidas unidas por el interés de Santiago en que sus oyentes pongan en práctica su fe, en el mismo nivel práctico está el hablar de la persona y el cuidado de los pobres. El autor empieza denunciando la disensión en la comunidad, insistiendo en que la gente realmente haga lo que las palabras dicen, y no solamente hablen de ello (1:19-25). Esto se aplica específicamente a l alengua y al cuidado de los pobres (26, 27) y luego a las actitudes erróneas hacia los ricos y los pobres (2:1-13). Concluye la sección donde la inició, insistiendo en que la fe debe ser acompañada por obras apropiadas a ella (14-26). 

    La siguiente sección (3:1-4:12) regresa al asunto de la disensión dentro de las comunidades de creyentes. Empieza en el perenne problema: la lengua (3:1-12; .1:26), que en este caso está dirigido a sus maestros en particular. Regresando al tema de la verdadera sabiduría, que lleva a la paz (3:13-18; .1:5-8), Santiago ataca de frente las peleas de ellos (4:1-12).

    Relacionada con la manera en que la primera mención de la sabiduría (1:5-8) es seguida por una bendición de los pobres y una advertencia para los ricos, aquí en orden inverso hay una palabra para los ricos (4:13-17; 5:1-6) y un llamado a la paciencia por parte de los pobres que sufren (5:7-11). La carta concluye con una advertencia contra los juramentos (12), con un llamado a la oración - especialmente de la oración por los enfermos (13-18) - y corrección para los descarriados (19, 20).


Recomendaciones Específicas para le Lectura de la Epístola General de Santiago

    Santiago es en verdad difícil de leer en forma total por sus muchos arranques y paradas, giros y vueltas. Pero teniendo en mente los hilos que mantienen las cosas juntas, que ya se hizo notar antes, hay varios otros asuntos que deben ayudar al lector a adentrarse en esta carta con mejor entendimiento.
    
    Primero, en términos de contenido, encontrará que la carta tiene una variedad de clases de material en ella, todas dirigidas específicamente a la conducta cristiana, más que a plantear la doctrina cristiana. Están incluidos un buen número de dichos o aforismos que parecen sabiduría del Antiguo Testamento, por una parte, y por otra, enseñanzas de Jesús. Es decir, así como los Evangelios sinópticos a menudo presentan enseñanzas de Jesús en forma de dichos, que a veces suenan con ecos de sabiduría judía, igualmente sucede con Santiago. Esto se encuentra en su énfasis sobre la sabiduría como tal y también en la frecuente naturaleza aforística de mucho de lo que el autor dice. Con esta disposición se debe también buscar sus frecuentes reflejos de las enseñanzas  de Jesús (1:5, 6; 2:8; 5:9, 12). Como con toda la sabiduría judía, el interés no es doctrinal o lógico, sino práctico, la prueba de su veracidad tiene que ver con la manera como funcionan en la realidad de la vida cotidiana. 
    
    Segundo, en términos de forma, encontrará en Santiago una estructura de tipo sermonaria. Conforme avanza en la lectura, observe los varios artificios retóricos que él emplea especialmente algunos que reflejan la diatriba grecorromana (ver Recomendaciones en Romanos): la manera de dirigirse a sus destinatarios ("hermanos míos", 14 veces), preguntas retóricas (2:3-7, 14, 21; 3:11, 12, 13; 4:1, 5), y el uso de un interlocutor imaginario (2:18-20; 4:12, 13, 15). Así, el uso que hace Santiago de la sabiduría tradicional no es proverbial, sino sermonaria; él espera persuadir y así facilitar el cambio en la manera en que el pueblo de Dios vive en comunidad unos con otros.  

    Tercero, no caiga en el hábito, que es fácil en este caso, de leer Santiago como si fuera dirigido a creyentes individuales acerca de su relación uno a uno con Dios y con otros. Nada podría estar más lejos de los propios intereses del autor. Desde el principio su posición es con la vida dentro de la comunidad cristiana. Aunque es cierto que cada uno debe asumir su responsabilidad para hacer que la comunidad sea saludable, el interés no es con la piedad personal tanto como lo es con las comunidades saludables. Perder de vista este punto hará que el lector pase por alto lo que impulsa esta carta de principio a fin.

    Finalmente necesita leer las secciones acerca de los ricos y los pobres con cuidado (1:9-11, 27; 2:1-13; 4:13 - 5:6), puesto que no es fácil decir si ambos grupos son miembros de la comunidad de creyentes. En cualquier caso, Santiago está decididamente - como toda la Escriture - del lado de los pobres. Los ricos son consistentemente censurados y juzgados, no por su riqueza en sí, sino porque ésta les ha hecho que vivan sin tomar a Dios en cuenta y por consiguiente abusan de los humildes por los que Dios se preocupa. 


Un Recorrido por la Epístola General de Santiago









 1:1-18
Saludos e introducción a los temas
    Aquí Santiago presenta la mayor parte de sus intereses principales. Observe cómo, después de un saludo tipo carta (1), salta inmediatamente  al asunto de las pruebas, alentando al gozo porque las pruebas desarrollan paciencia (perseverancia) y llevan a la madurez (2-4; anticipando 5:7-11). Enseguida, exhorta a orar pidiendo sabiduría (1:5; anticipando 3:13-18), insistiendo en que la oración debe estar acompañada de fe para que sea eficaz (1:6-8; anticipando 5:13-18). Esto lleva al interés mayor por los pobres y los ricos, ofreciendo esperanza a los primeros y advertencias a los últimos (1:9-11; anticipando 1:27- 2:13; 4:13 - 5:6). Aquí observe los ecos de Isaías 40:6-8, que también se expresan en un contexto de consuelo para los exiliados. Regresando al asunto de las pruebas y las tentaciones, el autor observa que pueden llevar más allá de la prueba a la tentación (en el original la misma palabra se usa para las dos ideas), porque Dios no debe ser culpado (1:12-15), concluyendo que Dios en lugar de eso solamente da buenos dones, especialmente porque "el nos hizo nacer por la palabra de verdad" (16-18).




1:19-2:26
La fe puesta en práctica
    Al leer esta sección, piense en qué es lo que le da cohesión. Empezando con la ira y la lengua, Santiago prosigue a apremiar a sus lectores a vivir la palabra que escuchan, especialmente respecto a la lengua y al cuidado de los pobres (1:19-27). Cuidar a los pobres significa no mostrar favoritismo hacia los ricos, no hacerlo así es pecado y por otra parte - la falta de misericordia - significa venir a juicio (2:1-13). Finalmente, ataca a los que entienden la fe como un simple asentimiento a las doctrina creídas. Hablar de fe sin cuidar tangiblemente a los pobres - es decir, fe sin acción - estar muerto (14-26)  








 3:1-4:12
Disensión en la comunidad
    Antes de leer esta sección, tal vez el lector querrá regresar y releer 1:19-27. Aquí, Santiago se vuelve al gran asunto de la disensión en las comunidades de creyentes, empezando con lo que ha llegado a ser la exposición clásica del uso y abuso de la lengua (3:1-12). La lengua es "un mal incontrolable, lleno de veneno mortal" (8). ¿Puede usted identificarse? Similar a la amonestación anterior contra "la fe sin obras", aquí el autor preocupado acerca de que la misma lengua se use para alabar a Dios y para maldecir a otro.
    Esto a la vez lleva directamente a un regreso al tema de la sabiduría (3:13-18), que contrasta la sabiduría divina con la que es falsa, e insiste en que la verdadera sabiduría es pura y amante de la paz. 
    Observe que estos dos asuntos (la lengua y la sabiduría) sirven para introducir el asunto decisivo de pelear dentro de la comunidad de creyentes (4:1-12). A su vez, Santiago expone sus raíces pecaminosas (1-3), su mundanalidad (4, 5) y la necesidad de la humildad (6-10), regresando al final al abuso de la lengua para juzgarse unos a otros (11, 12).   




 4:13-5:11
A los ricos y a los pobres
    Observe que esta es la tercera vez que Santiago retoma el asunto de los ricos y los pobres, sugiriendo con esto que este es un asunto importante. Aunque no podemos estar seguros, él parece hablar a los creyentes ricos, que tratan sus negocios de una manera mundana (4:13-17). Esto es seguido por una áspera denuncia de los granjeros ricos (aparentemente no creyentes), que abusan de sus obreros pagándoles mal (5:1-6).
    Finalmente, regresando al asunto de las pruebas, probablemente en este caso a los pobres que sufren, una vez más los exhorta a ser pacientes (7-11; 1:3)  




5:12-20
 Exhortaciones finales
    Las exhortaciones finales parecen de alguna manera conectadas vagamente con las que le han precedido. Santiago empieza con los juramentos (12) que evocan claramente la enseñanza de Jesús (Mat 5:33-37); luego vuelve a la oración y a la fe (5:13-18; 1:6-8), mostrando especialmente preocupación por los pobres (los "enfermos" en este caso). El autor concluye con una bendición sobre lo que restauran al que se ha desviado del camino (5:19, 20). Observe que falta cualquier tipo de conclusión propia de una carta 
Libro: "Como leer la Biblia libro por libro" por Gordon D. Fee y Douglas Stuart
 
 

Comentario de Santiago


 
Santiago
    Hubo tres personas con este nombre: el hijo de Zebedeo; el hijo de Alfeo; y el hermano del Señor. Generalmente se le tiene al último de los tres como escritor de esta carta. En el saludo no se llama a sí mismo hermano de Jesús, sino solamente Su "esclavo"; quizás porque aun siendo tan piadoso como era, creía demasiado su propia debilidad para uno que fuera consanguíneo de Cristo. Se le reconocía como hombre preeminentemente santo según las normas de la Ley. Sus compatriotas le llamaban "el justo." Se cree que era casado (1 Cor 9:5). Muy pronto fue reconocido como "obispo de Jerusalén." Era muy influyente tanto entre los judíos como en la Iglesia. Pedro se dirigió a él cuando fue libertado de la cárcel (Hech 12:17).  Pablo siguió su consejo (Hech 21:18). Era judío muy estricto, pero fue autor de la tolerante carta a los cristianos gentiles (Hech 15:13-23). Aprobó de la obra de Pablo entre los gentiles, pero él mismo se ocupaba principalmente de los judíos. La obra de su vida fue ganar a los judíos, y "facilitar su transición al cristianismo". 

Su Martirio
    (Según Josefo, y Hegesipo, un judío cristiano de 160 d.C., cuyo relato acepta Eusebio). Aprovechándose del intervalo entre la muerte de Festo y la llegada del nuevo gobernador romano, Anano es sumo sacerdote y los escribas y fariseos se reunieron en el Sanedrín y ordenaron a Santiago "el hermano de Jesús llamado el Cristo", que proclamara desde una de las galerías del Templo que Jesús no era el Mesías, y que refrenara al pueblo, que abrazaba el cristianismo en grandes números. En lugar de obedecer, Santiago clamó que Jesús era el Hijo de Dios y Juez del mundo. Sus airados enemigos le arrojaron a tierra, y luego le apedrearon, hasta que un batanero compasivo terminó sus sufrimientos con un leño, mientras él , de rodillas, oraba, "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen." Poco después, comenzó el fatal sitio de Jerusalén. Los judíos sintieron que si él hubiera vivido, podría haber evitado la destrucción de la ciudad, la cual creían un un juicio contra ellos por el asesinato.    

Fecha de la Epístola
    Generalmente se cree que haya sido cerca del fin de su vida en el 60 a.D., después de haber pastoreado durante 30 años a la iglesia de Jerusalén. Algunos la creen de fecha más temprana. 

Bosquejo de la Epístola
    Es un libro de dichos sueltos acerca de gran número de temas sin relación aparente. Algunos temas recurren una y otra vez, en medio de otros diferentes. La tentación. La paciencia. La sabiduría. La oración. La pobreza. Las riquezas. La concupiscencia. El pecado. La fe. Las buenas obras. La parcialidad. Pecados de la lengua. Las contiendas. La mundanalidad. La presunción.


Capítulo 1. LAS PRUEBAS. HACEDORES DE LA PALABRA

    Este capítulo menciona casi todo tema de que luego trata el libro.

    "Los Esparcidos" (1). Los judíos dispersos, cuyo centro era Jerusalén. Se dirige a los judíos cristianos (2:1).
    Soportando las Pruebas (2-3). El versículo 2 trata de la prueba que acrisola; el versículo 12, del aliciente al pecado. Mediante las pruebas, Dios perfecciona a los herederos de la eternidad. Con "preciosos" (1 Ped 1:7).
    La Paciencia (3-4) es la capacidad para poder aguardar las cosas que anhelamos. La prueba obra paciencia; la paciencia obra perfección (5:7-11).  
    La Sabiduría (5), para confrontar las demandas de la vida como debe hacerlo el cristiano (3:13-18; Prov. 3, 4). Esta Epístola es el Libro de Proverbios del cristiano.
    La Oración (5-8). La epístola comienza y termina con la oración (4:2-3; 5:13-18). Se dice que Santiago pasaba tanto tiempo de rodillas, que se le hicieron duras y callosas como las de un camello. 
    La Fe (6-8). La confianza en Dios que permanece inmóvil en medios de las tempestades de la vida, condición necesaria de la fe que prevalece (2:14-26)
    La Vanidad de las Riquezas (9-11) Nuestra preocupación principal debe ser nuestro estado no aquí, sino en la eternidad (2:1-13; 4:1-10, 13-17; 5:1-6).
    La Tentación (12-16). Aquí la palabra significa el halago al pecado. No viene de Dios. Dios puede defendernos de ella, y ayudarnos a vencerla. Jesús mandó que oráramos para evitarla. 
    El Pecado (14-15) tiene su origen en la concupiscencia, o sea los deseos de la carne. Nacido e la concupiscencia, el pecado engendra muerte. 
    El Nacimiento del Cristiano (17-18). Así como el pecado engendra la muerte, Dios por medios de Su Palabra engendra al cristiano. También Pedro habla de la Palabra como simiente vital que engendra al nuevo ser (1 Ped 1:23). 
    La Lengua (19-20). Vigila tu lengua. Domina tu genio. Sé buen oidor (1:26; 3:1-18; 4:11-12; 5:12).
    Hacedores de la Palabra (21-27).  Acaba de hablarse de la Palabra como instrumento del nacimiento del alma (18) y de su salvación (21). Aquí es espejo (23), que nos muestra a nosotros mismos, y el camino hacia la perfección definitiva (2:14-26; Mat 7:24-27).
    La Religión Pura (26-27). Una lengua no domada en quien profesa la religión es una cosa vil. Una vida de caridad. libre del excesivo apego a las cosas terrenales, es el adorno de la religión. 

     

Capítulo 2. LA PARCIALIDAD. LA FE Y LAS OBRAS

    El Favoritismo, 1-13. Debe de haber existido en la iglesia de Judea elementos bastante mundanos, para evocar palabras como estas.  La "Ley real" (8) es la "Regla de Oro," que ellos practicaban solamente dentro de los límites de su propio círculo social, La "ley de la libertad" (12) es la ley de Cristo en la cual hay perdón y liberación del pecado. La ley de Moisés, ley de servidumbre, no tenía tal provisión.   

    La Fe y las Obras (14-26). La doctrina de Pablo, de la justificación por la fe, y la de Santiago de justificación por las obras, se complementan; no se contradicen. Ninguno de los dos combatía la enseñanza del otro. Eran devotos amigos y colaboradores. Santiago aprobaba plenamente la obra de Pablo (Hech 15:13-29; 21:17-26). Pablo predicaba la fe como base de la justificación delante de Dios, pero insistía en que la fe debía producir una vida correcta. Santiago escribía a aquellos que ya habían aceptado la doctrina de la justificación por la fe, y que abusaban general y crasamente de ella, para decirles que una fe tal no era fe alguna. 


Capítulo 3. LA LENGUA

    El Poder de la Lengua (1-12). A juzgar por el tono general de este capítulo, sospechamos que había muchos individuos presumidos, petulantes, mundanos y de genio irrefrenable que aspiraban a hacerse dirigentes y maestros de la iglesia de Judea. "Ofender" en el versículo 2, significa no solamente palabras de ira y enojo, sino también doctrinas falsas y necias. La lengua es la principal expresión de nuestra personalidad, y generalmente provoca una reacción inmediata de una u otra clase, de parte de los demás. "inflamada del infierno" (6); "lleno de veneno mortal" (8): son palabras fuerte, pero ! cuán ciertas ! Las palabras ruines han deshecho hogares, han dividido iglesias y han precipitado a millones en la desesperación y la ruina. Sin embargo, hay muchísimas personas muy religiosas que no parecen hacer ni el menor intento de dominar su lengua. Este capítulo nos recuerda algunas expresiones del libro de Proverbios: "El que guarda su boca guarda su alma"; "Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio"; "La boca del necio es quebrantamiento para sí" ; "La muerte y la vida están en poder de la lengua" (Proverbios 13:3; 17:28; 18:7, 21).

    La Sabiduría (13-18). Este pasaje parece ser dirigido contra algunos maestros locuaces los cuales, ambiciosos de que se les considerara como brillantes argumentistas; intolerantes acerca de alguna doctrina favorita suya y con poco o ningún aprecio de la Persona de Cristo, producían tan solamente celos y divisiones. Santiago llama a tal sabiduría "diabólica", y la contrasta con la sabiduría "celestial" en palabras de sorprendentes belleza.    

Capítulo 4. LA MUNDANALIDAD

    El Origen de las Guerras (1-2). La codicia; el deseo de tener aquello que es de otros. Esta ha sido la causa de la mayoría de las guerras que han asolado la tierra.

    La Oración no Contestada (2-3) Las promesas de Dios, de que contestará la oración, son abundantes, pero no para los codiciosos amadores de mundo (5:13-18).

    El Animo Doble (4-10). Una ampliación del dicho de Jesús, de que no se puede servir a Dios y a Mamón (Mateo 6:24), parecida a la admonición de Juan acerca del amor al mundo (1 Juan 2:15-17). Tales pasajes nos sugieren la necesidad del constante auto-examen, pues ya que tenemos que vivir en el mundo, y siendo necesarias cosas mundanas para nuestro mantenimiento diario, demanda gran vigilancia al mantener nuestro afectos por encima de la linea divisoria.  

    La Lengua (11-12) nuevamente. Esta vez, sobre lo completamente absurdo de que un pecador se erija un juez de otro.  

    La Autosuficiencia (13-17). "Si el Señor quisiere" (15). Una de las doctrinas más sorprendentes de la Escritura es esta de que el Dios de todo el vasto universo tiene un plan definido para cada uno de los Suyos (Hech 18:21; Rom 1:10; 15:32; 1 Cor 4:19; 1 Ped 3:17). 


Capítulo 5. LOS RICOS. LA PACIENCIA. LA ORACIÓN

    Los Ricos (1-6). Entre los ricos se hallaba a veces algunas almas cristianas verdaderamente preciosas; pero en general, el cuadro de Santiago es aún exacto. 

    La Paciencia (7-11). Hasta la venida del Señor, cuando toda injusticia se remediará, y los cristianos fieles recibirán el pleno fruto de sus labores y padecimientos.

    Los Juramentos (12). Otra vez la lengua. Sin embargo, !cuántos, profesados cristianos profanan el nombre de Dios en su conversación común!

    El Canto (13). Cante el cristiano por cuanto es feliz. El canto aumentará su propia felicidad y la de otros.

    La Oración (13-18). El cerrar y abrir Elías los cielos fue un milagro grande y extraordinario (1 Reyes 18). Sin embargo, se le cita como incentivo a la oración nuestra. El ungir con aceite (14) era un remedio medicinal reconocido (Lucas 10:34; Isaias 1:6). Debía reforzarse con oración y no usarse para fines mágicos.  

    Ganar una Alma para Cristo (19-20) agrada inmensamente a Cristo, Quien por ello pasa por alto muchas de nuestras debilidades. Comparece con 1 Pedro 4:8

 
 

Diccionario 


 
SANTIAGO, EPÍSTOLA DE Una de las espístolas llamadas católicas o universales, junto con las de Pedro, de Juan y de Judas. El llamarlas así es una costumbre muy antigua, que viene desde el historiador Eusebio, que fue el primero que utilizó esa clasificación. Se debe al hecho de que esas epístolas fueron dirigidas a todos los creyentes y no a una comunidad específica como lo hizo el apóstol Pablo en las suyas.
Canonicidad. Durante un tiempo se discutió la canonicidad de esta epístola, que no aparece en el famoso Fragmento Muratoniano (siglo II d.C.) Pero ya en el año 231 d.C. Orígenes la cita como Escritura. Más tarde Jerónimo la incluye cuando trabaja en la Vulgata (385 d.C.). El mismo Eusebio habla de las discusiones que sobre S. se tenía entre los cristianos, pero él mismo la aceptaba y la usaba como Escritura. En el siglo IV ya era generamente aceptada. Lutero la puso al final de su traducción del NT publicada en 1522, porque tenía sus dudas sobre ella, influenciado quizás por el uso que sus adversarios hacían de algunos textos de S. para supuestamente probar su teoría sobre la justificación por medio de las obras.
Autor y fecha. Generalmente se atribuye la epístola a •Jacobo, el hermano del Señor, pero algunos tienen dudas sobre el particular. La fecha probable está entre el 40 y el 60 d.C.
Desarrollo: El escritor comienza hablando del privilegio que es para los creyentes estar “en diversas pruebas”, las cuales producen paciencia. Les recomienda pedir “con fe, no dudando nada”. Habla a los pobres y a los ricos, para que ambos se humillen. Anima a los que soportan la tentación, aclarando el origen de ésta, que no viene de Dios, “porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie”. Recomienda a “todo hombre” el ser “pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”. Anima a los creyentes a desechar “toda inmundicia” y a ser “hacedores de la palabra”. La práctica de la verdadera religión es “visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo” (Stg. 1:1–27).
En el segundo capítulo expone sobre la fe y las obras. Los creyentes deben practicar la fe “sin acepción de personas”, evitando dar en la iglesia tratos preferenciales a los ricos sobre los pobres. Eso es transgredir la ley, la cual, tan pronto es transgredida en un solo punto, hace culpable del resto de ella al transgresor. “La fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. No basta decir que se cree en Dios: “También los demonios creen y tiemblan”. “La fe actuó juntamente con sus obras” en Abraham. También en el caso de Rahab (Stg. 2:1–16).
Luego trata el problema de la lengua. “Todos ofendemos muchas veces”. “La lengua es un miembro pequeño, pero que se jacta de grandes cosas”. “De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”. Pasa entonces a señalar que la sabiduría y la mansedumbre deben ir juntas. Es malo tener “celos amargos y contención en vuestro corazón”. “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” (Stg. 3:1–18).
“Las guerras y los pleitos” entre los hombres provienen de sus pasiones. “La amistad del mundo es enemistad contra Dios”. Los creyentes deben someterse a Dios y resistir al diablo. “Humillaos delante del Señor, y él os exaltará”. Deben evitar la murmuración. No deben juzgar. Deben encomendar sus caminos a Dios y no hacer planes sin contar con él. “Al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Stg. 4:1–17).
En el último capítulo lanza un lamento en forma de juicio sobre los que disfrutan de riquezas con injusticia, robando a los obreros (“... clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros”). Son personas que han “condenado y dado muerte al justo”. Los creyentes, al ver esas injusticias, deben tener “paciencia hasta la venida del Señor”. No deben quejarse los unos contra los otros. Les pone por delante el ejemplo de la paciencia de los profetas y de Job. Los que estén afligidos, deben orar. Los que están alegres, deben cantar alabanzas. Los enfermos, deben llamar a los ancianos. Deben confesarse sus faltas entre sí y confiar en la oración, porque “la oración eficaz del justo puede mucho”, como sucedió en el caso de Elías. Si alguno se ha extraviado, hay que buscarle. Y “si alguno le hace volver, sepa que el que haga volver el pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados” (Stg. 5:1–20).

Lockward, A. (2003). Nuevo diccionario de la Biblia. (935). Miami: Editorial Unilit.
 
 
Palabras Claves de Santiago

Hermanos / fe / perfecto (perfeccionares) / juez (juzgar, juicio) / condenado (condenación) / ley. (RV1960)

 

Hermanos

Santiago 1:9
El HERMANO que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; 
Santiago 2:15
Y si un HERMANO o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 
Santiago 4:11
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del HERMANO y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. 

Fe

Santiago 2:14
Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la FE salvarle? 
Santiago 2:20
¿Mas quieres saber, hombre vano, que la FE sin obras es muerta? 
Santiago 2:22
¿No ves que la FE actuó juntamente con sus obras, y que la FE se perfeccionó por las obras? 
Santiago 2:26
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la FE sin obras está muerta. 

Perfecto(Perfeccionarse)

Santiago 1:4
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis PERFECTOS y cabales, sin que os falte cosa alguna. 
Santiago 1:17
Toda buena dádiva y todo don PERFECTO desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.  
Santiago 1:25
Mas el que mira atentamente en la PERFECTA ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.  
Santiago 2:22
¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se PERFECCIONÓ por las obras? 
Santiago 3:2
Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón PERFECTO, capaz también de refrenar todo el cuerpo. 

juez (juzgar, juicio)   

Santiago 2:13
Porque JUICIO sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio. 
Santiago 4:11
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y JUZGA a su hermano, murmura de la ley y JUZGA a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. 
Santiago 5:9
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el JUEZ está delante de la puerta. 

Condenado (condenación)

Santiago 3:1
Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor CONDENACIÓN
Santiago 5:6
Habéis CONDENADO y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.  
Santiago 5:9
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis CONDENADOS; he aquí, el juez está delante de la puerta. 
Santiago 5:12
Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en CONDENACIÓN

Ley

Santiago 2:8
Si en verdad cumplís la LEY real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; 
Santiago 2:9
pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la LEY como transgresores. 
Santiago 2:12
Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la LEY de la libertad. 
Santiago 4:11
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la LEY y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. 

Vista Panorámica de Santiago

Esta carta se debe considerar como una guía práctica del cristianismo, aunque sólo se menciona a Cristo dos veces (1:1; 2:1). Es una lección de contrastes: pruebas útiles y perjudiciales; sabiduría genuina y falsa; fe verdadera y falsa. Su contenido es práctico, con un promedio de más de una orden cada dos versículos. ¿A quién escogió Dios para escribir una carta tan notable?
El autor se presenta en el saludo de apertura como Santiago, pero no se identifica como apóstol (1:1). En el Nuevo Testamento se mencionan cuatro personas con este nombre, pero fue Santiago, hermano de Jesús y de Judas, quien escribió esta carta (Mt 13:55; Mr 6:3).
Es interesante seguir el desarrollo de Santiago en la fe. Al principio él rechazó las declaraciones de Cristo (Jn 7:5). Después recibió una visita de Jesús resucitado (I Co 15:7), lo que tal vez resultó en su conversión porque más tarde él se encontraba entre los creyentes que aguardaban la prometida venida del Espíritu Santo (Hch 1:14). Llegó a ser líder en la iglesia de Jerusalén (Gá 1:18–19; 2:1, 9) y presidió sobre el primer concilio de la iglesia (Hch 15:13–21). Unos años después, Pablo lo visitó (Hch 21:17–25). Santiago escribió esta carta del trasfondo de su herencia y rica experiencia en la obra pastoral. Fue martirizado por su fe en el año 62 o 63 d.C.
Los lectores de esta carta son nombrados “las doce tribus que están en la dispersión” (1:1). Aparentemente Santiago se preocupaba por todos los judíos convertidos al cristianismo que antes habían formado parte de la congregación de Jerusalén, pero ahora residían en otras partes del mundo. Su dispersión se incrementó después del martirio de Esteban (Hch 7:54–8:3) y también durante la persecución bajo Herodes Agripa I (Hch 12:1–2). El historiador Josefo describe la situación de esta manera: “Ahora estos judíos han emigrado a todas las ciudades, y es difícil encontrar un lugar en el mundo habitado que no haya admitido a este grupo de hombres, y que no sea posesión de ellos” (Antigüedades, XIV, vii). Siendo uno de los libros del N.T. con características más judías, esta carta contiene más de cuarenta referencias al A.T. y más de veinte alusiones al Sermón del Monte. Inclusive, se retiene un nombre hebreo para Dios en 5:4(Señor de Sabaot, i.e., Señor de los ejércitos). Santiago emplea quince veces este saludo común entre los creyentes judíos.
El reto a los que leen esta carta por primera vez y a todos los cristianos es: “Si posee fe genuina en Cristo para la salvación, demuéstrela.” El contenido de esta carta se puede considerar como la presentación de cuatro evidencias de la verdadera fe: 1) Los cristianos son instados a perseverar en el sufrimiento con alegría (1:2–16); 2) a servir espontáneamente como resultado de su fe (1:17–2:26); 3) son advertidos a hablar sabiamente (3:1–4:12); 4) a mostrar buen sentido en las relaciones con otros en sus vidas (4:13–5:20).
Esta carta es un perenne recordatorio de que cualquiera puede decir que es cristiano, pero la mejor evidencia de la fe genuina se manifiesta por la manera como uno vive.
Hernández, E. A., & Lockman Foundation (La Habra, C. (2003). Biblia de estudio : LBLA. (Stg). La Habra, CA: Editorial Funacion, Casa Editoral para La Fundacion Biblica Lockman.

Conexiones

    El libro de Santiago es la descripción básica de la relación que existe entre la fe y las obras. Tan arraigados en la ley mosaica y su sistema de obras estaban los judíos cristianos a quienes Santiago escribió, que dedicó mucho tiempo para explicarles la difícil verdad, de que nadie es justificado por las obras de la ley (Gálatas 2:16). Él les declara que aún si ellos con su mejor esfuerzo, trataran de guardar todas las varias leyes y rituales, lo cual es imposible de hacer, y transgredieran la parte más pequeña de la ley, esto los hacía culpables de toda ella (Santiago 2:10) porque la ley es una entidad y el quebrantar una parte de ella, es quebrantarla toda.

Extras de Santiago


 "Santiago es la contraparte en el Nuevo Testamento de la tradición judía de la sabiduría, ahora a la luz de las enseñanzas de Jesús. Aunque Santiago se lee en ocasiones en contraste con Pablo, tanto Santiago como Pablo están de hecho, absolutamente juntos en el punto crítico presentado por Santiago a lo largo de la carta, es decir, que la primera cosa que uno debe hacer con la fe es vivirla" (5:6) 

 
 
 




final de página