No hay nada oculto que no haya de salir a la luz

La investigación periodística -que, a veces, tiene mucho de detectivesca- hace tiempo que viene sumando imágenes en la pantalla grande.

Desde “Todos los hombres del presidente”, “Buenas noches y buena suerte”, “Network” o “El informante”, entre muchas otras, el libre ejercicio del periodismo y sus consecuencias ha sido tema jugoso que, por lo general, la cinematografía ha sabido capitalizar en buena forma. En este sentido, “Spotlight”, (con seis nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película) no resulta una excepción, sino que vendría a confirmar ese interés del público por experimentar el placer de que se conozcan verdades a cualquier escala.

Tal es el caso de este grupo de reporteros del Boston Globe que se metieron de lleno en la investigación de presuntas violaciones, perpetradas durante décadas -con total impunidad- por sacerdotes pedófilos y dieron a luz una de los mayores escándalos que ha sacudido a la Iglesia Católica. (El filme está basado en hechos reales y, al finalizar el largometraje, se subrayan todos los rincones del mundo que se vieron empañados por esta solapada perversión, como dato informativo que no deja de asombrar).

Pasando a lo estrictamente cinematográfico, en su caligrafía audiovisual, la película maneja un ritmo que proyecta el nervio dinámico de una redacción. Hombres y mujeres que sienten la prensa como vocación que emerge de las entrañas son los personajes que alimentan la trama, a través de un derrotero que persigue fichas, documentos e información personalizada, mientras entrevistan a gente involucrada, fuentes y contactos. Dentro de esta dimensión, la película es lineal y no detenta mayores ejercicios estilísticos, más allá que la actuación de Michel Keaton y Mark Rúfalo realizan una gran entrega a partir de sus personajes.

Dicha labor actoral, junto con el dinamismo que el director McCarthy le impone a su producto, hace que el filme no decaiga en ningún momento y vaya logrando un interés creciente a medida que la proyección avanza. En resumen, sin dejar de lado que estamos frente a un proyecto generalmente calificado como “políticamente correcto” por su actitud contestaria dentro del sistema, “Spotlight” se deja ver y pega fuerte dentro de un tópico tan doloroso como indignante. (Como nota al margen -y avalando en algo lo que aquí se sostiene- cabe señalar que el Sindicato de Actores de los Estados Unidos ya le concedió la distinción de Mejor Elenco). Vale la pena.